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El brote de sarampión que afecta actualmente a España y Europa está establecido plenamente en Ceuta. Según los datos de un informe confeccionado por Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica, dependiente de la Consejería de Sanidad y Consumo, el número de infectados por sarampión alcanza los 15 casos en la ciudad, habiéndose registrado el último de ellos el pasado 19 de mayo.
El sarampión, enfermedad catalogada de “declaración obligatoria” y que está bajo permanente vigilancia en la Consejería, poseía una media de infecciones en Ceuta de algo más de dos casos anuales durante el último lustro, una cifra próxima a las estimaciones que la Organización Mundial de la Salud preveía en 1991: “Para el año 2000, la incidencia anual de casos confirmados de sarampión en Europa debe ser inferior a 1 por 100.000 habitantes”. De ese modo, los datos de 2011 en el conjunto de la Unión Europea, incluido Ceuta, hace obsoletas e inserviables las previsiones de la ONU.
Margarita Medina, miembro del área de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica, señala que es previsible que los casos de infección hayan llegado a su cenit, dado que “en zonas templadas, la enfermedad ocurre principalmente al final del invierno y principios de primavera”.
El virus del sarampión se transmite de persona a persona por diseminación de gotitas de saliva inapreciables mayormente a simple vista. “Los síntomas son la erupción o sarpullidos caraterísticos, fiebre mayor de 38,3 º C , tos, resfriado nasal y conjuntivitis”.
La medida más eficaz en estos casos es la prevención, es decir, la vacunación. “En la Ciudad Autónoma de Ceuta se aplica la vacuna llamada triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) a los 15 meses. Esta es la primera dosis. La segunda dosis, necesaria para desarrollar una resistencia efectiva al virus, se administra a los 6 años de edad”, explicó Medina.