España tiene 400.000 personas de ochenta años, dependientes o en situación de vulnerabilidad, según el Informe Envejecimiento en Red de 2019 del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Ante esta realidad, la Fundación ”la Caixa” ha ampliado y extendido su Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas a residencias de personas mayores, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en un proceso de enfermedad avanzada y a sus familiares. Actualmente, el Programa ya se desarrolla en 113 residencias de toda España. Dos de estos centros son de Ceuta: Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca; y Residencia Nuestra Señora de África.
Se trata de una población especialmente vulnerable con una elevada morbilidad y mortalidad: Más del 80% sufren condiciones crónicas complejas y avanzadas; hasta un 60% padecen demencia, y existe una alta prevalencia de necesidades psicosociales y espirituales difícilmente atendidas. Se contemplan, también, otros condicionantes relacionados con la soledad y la pobreza, que se han puesto de relieve sobre todo a partir del confinamiento y la situación pandémica.
El subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón, comparte que “hoy es más necesario que nunca un modelo de atención centrado en la persona y que proporcione soporte a los residentes y a sus familiares, así como a los profesionales y organizaciones”.
En Ceuta, el programa actúa en el Hospital Universitario de Ceuta, la Residencia Nuestra Señora de África, y la Residencia Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, a través de un EAPS (Equipo de Atención Psicosocial) perteneciente a AECC. Este también interviene en tres Equipos de Apoyo Domiciliario. Además, el EAPS cuenta con ocho voluntarios en activo. Desde sus inicios han sido atendidos 890 pacientes y 1.048 familiares.
Por el momento, la extensión del Programa en las dos residencias de Ceuta se está llevando a cabo con la incorporación de un psicólogo más en el EAPS AECC, dedicado exclusivamente a la atención en la residencia. Desde que empezó hace unos meses, han sido atendidas 88 personas: 44 residentes y 44 familiares.
El modelo de actuación del Programa, enmarcado en la Estrategia de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, proporciona una atención cálida y personalizada que complementa la labor que las unidades de cuidados paliativos realizan en hospitales, domicilios y centros sociosanitarios. Su finalidad es alcanzar una atención integral basada en atender las necesidades emocionales, sociales y espirituales de la persona y su entorno, y apoyar a los profesionales que la acompañan.
El residente es atendido trabajándose la escucha activa; la expresión de emociones; la adaptación progresiva a la enfermedad, y el acompañamiento voluntario al final de la vida. La atención a los familiares abarca el apoyo que necesitan para poder atender a sus seres queridos, y el acompañamiento, la prevención y el tratamiento del duelo.
Por último, dando el papel que merecen los profesionales de estos centros, el Programa facilita a los trabajadores apoyo en situaciones de burnout, ansiedad y malestar; espacios para expresar y reflexionar sobre casos especialmente complejos; aportación de técnicas y recursos en las distintas áreas de atención: soledad, final de vida y duelo.