Este mediodía se ha conmemorado el XCV aniversario de la concesión de la Medalla Naval a la Compañía de Mar de la Comandancia General de Ceuta en un acto militar celebrado en el Acuartelamiento Otero, con la presencia del Comandante Naval de Ceuta y presidido por el Coronel Jefe de la ULOG 23, unidad responsable de realizar el apoyo logístico a las unidades de la Comandancia General de Ceuta.
Hace 95 años se le concedió la Medalla Naval a la Compañía de Mar, si bien los hechos que lo motivaron se produjeron entre los días 08 de septiembre y 15 de octubre de 1925, en la operación conocida como 'Desembarco de Alhucemas'.
Esta singular unidad nació con unas condiciones muy particulares de naturaleza terrestre y marinera. Es superviviente y heredera de la unidad creada tras la conquista de Ceuta por el rey Juan I de Portugal en el año 1.415, por la necesidad de D. Pedro de Meneses, primer capitán o gobernador de la plaza, de disponer en su guarnición de una unidad marinera experta en su oficio. Desde entonces, las gentes de mar han estado ligadas a Ceuta y a las plazas africanas.
Las misiones que se le encomendaron en su inicio fueron las de mantener el enlace y realizar el correo marítimo con la península, la represión de la piratería, la vigilancia y protección de la costa, la realización de operaciones conjuntas tierra-mar, dificultar la navegación enemiga y su comercio marítimo por el Estrecho, la provisión de pertrechos y bastimentos a la ciudad y realizar la carga y descarga de los buques llegados a la plaza, para lo cual la Compañía de Mar debía tener siempre bien aparejadas las fustas, jabeques y bergantines y cuantos hombres de mar, remeros y marineros fueran necesarios.
La compañía que hoy ha formado en el Acuartelamiento Otero se organiza en una Plana Mayor, una Sección de Abastecimiento, una Sección de Municionamiento, una Sección de Transporte y el Pelotón de Lanchas, que constituye el núcleo más singular y sobre el que asienta el espíritu de aquellos “hombres de mar”.
Son muy numerosas las vicisitudes que ha vivido la Compañía de Mar a lo largo de su historia, pasando en sucesivas ocasiones de Unidad Independiente a formar parte de la Milicia Voluntaria de Ceuta, más tarde Regimiento Fijo de Ceuta. Recibe su actual nombre de Compañía de Mar de Ceuta, por Real Reglamento de 09 de diciembre de 1.715 y sus primeras ordenanzas por Real Reglamento de 10 de noviembre de 1.745.
Acercándonos al hecho que motiva la actual celebración y enmarcado en el conflicto que se mantenía en el norte de África desde el siglo XIX, se acometió una trascendental operación que marcaría el principio del fin de la Guerra en el Protectorado Español en el norte de África: el desembarco de Alhucemas.
En esta operación llevada a cabo en el año 1.925 por el Ejército y la Armada españoles y, en menor medida, por un contingente aliado francés y tal como había ocurrido en tantas ocasiones anteriores, los hombres de la Compañías de Mar de Ceuta y Melilla dejaron allí ejemplar constancia de su buen hacer, cubriéndose de gloria no sólo desarrollando su peculiar cometido en las operaciones de desembarco, sino también luchando con verdadero heroísmo.
Sirva como ejemplo la acción que protagonizó el cabo Ildefonso Mancilla Mancilla en la mañana del día 08 de septiembre de 1.925 cuando abordaban la playa de Ixdain las primeras barcazas y que mereció la siguiente frase del capitán que mandaba la Compañía de Legionarios a la que el cabo se unió en combate: “es un valiente, se lo asegura el capitán Ramírez”.
Como reconocimiento a la actuación llevada a cabo por las Compañías de Mar de Ceuta y Melilla, por Real Orden de 29 de marzo de 1926 (D.O. del Ministerio de Marina nº 72 de 31 de marzo), S.M. el Rey Alfonso XIII, a propuesta elevada por el Comandante General de las Fuerzas Navales del Norte de África, tuvo a bien concederles la Medalla Naval con carácter colectivo, como premio a un brillante comportamiento en las operaciones de desembarco en la bahía de Alhucemas a cuyo completo éxito contribuyeron. En estas operaciones participaron 102 componentes de la Compañía de Mar de Ceuta y 69 de la de Melilla.
Esta condecoración que hoy luce la Compañía de Mar demuestra que desde cualquier puesto y desarrollando cualquier cometido, aunque en la mayoría de las ocasiones no sea en primera línea, puede contribuirse de forma esencial al éxito o a la victoria. Cometidos de apoyo, como los que se han llevado a cabo de forma ininterrumpida por la Compañía de Mar y toda la ULOG 23 desde que el 14 de marzo 2020 se decretara el estado de alarma por la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.
Esto ha supuesto modificar su forma de trabajar y de vivir el día a día, pero no ha cambiado el sentido de ser de la Unidad: proporcionar el mejor apoyo logístico a las unidades de la Comandancia General de Ceuta y colaborar con las autoridades civiles cuando sea requerido.
Ejemplo de ello ha sido su participación en las operaciones Balmis, Almina V y, enmarcado en las misiones internacionales, la operación de apoyo a Irak.
En este tiempo, además de las misiones ordinarias de abastecimiento, mantenimiento y transporte, se han realizado misiones de desinfección de instalaciones y material, transporte, clasificación y entrega de material de protección sanitaria y de vacunas, entrega y montaje de material de campamento, apoyos de transporte de material y personal, etc.
Y todas ellas realizadas siguiendo rigurosamente los protocolos de prevención contra el COVID-19, lo que ha permitido que la incidencia de la enfermedad en la Unidad, por contagio o por contacto estrecho, haya sido mínima, preservando así las capacidades de la ULOG 23 al máximo para poder ser empleada cuando se requiera.
En el acto de hoy se han impuesto condecoraciones a una representación de todos los que por años de servicio con una conducta intachable o por haber destacado en su trabajo diario o haber participado en una misión internacional, se han hecho acreedores de ellas.
También se han entregado a personal civil los títulos correspondientes al Premio de Fidelidad que otorga el Ministerio de Defensa.
Además, personal de la Unidad se ha despedido de su bandera después de muchos años sirviendo a España desde su puesto, aportando conocimiento, experiencia, dedicación y compromiso.