Barras inestables y oxidadas, que hacen daño en las manos y que generan otros peligros, además de losas rotas y otros inconvenientes. Esta es la realidad a la que se enfrentan aquellos que practican calistenia en Ceuta y que se reúnen en Fuente Caballos en un parque que no cumple con las condiciones mínimas para este sistema de ejercicios físicos.
No se trata de una denuncia nueva y precisamente esa es la situación que han señalado este lunes Insaf Amakran y Mohamed Khamlichi, dos jóvenes que practican este deporte y que forman parte de un grupo de 30 personas que ya están cansadas de no tener un espacio digno donde hacer sus entrenamientos.
Amakran ha contado que muchos deben viajar semanalmente a Algeciras, donde sí existen mejores instalaciones para practicar, ante la imposibilidad de hacerlo correctamente en Ceuta. “Nosotros solemos viajar hasta Algeciras, porque las barras están en buen estado allá porque hay arena, entonces tenemos que estar de Ceuta a Algeciras todos los fines de semana”.
“Las barras están oxidadas y cada vez que se engancha una persona se hace daño en las manos, además los tornillos no están tan apretados y se mueven las barra solas”, ha contado una de las afectadas, quien recuerda que la calistenia es un deporte que se hace con el propio peso de la persona.
Ha señalado que la situación es tal que aquellos jóvenes que estaban animándose a practicar la actividad están desistiendo por no tener un espacio adecuado, “porque las barras están destrozadas”.
Lo más grave del asunto es que ya ha habido personas lesionadas. Amakran ha dicho que hace poco más de un mes un amigo de ella sufrió un esguince al bajar de la barra, esto sin contar que muchos otros se han lastimado las manos. “Nosotros podemos controlarlo, pero luego vienen personas que no saben y desgraciadamente pudiera pasar cualquier cosa”. Tras el accidente de su amigo, ella se dirigió al Ayuntamiento para pedir soluciones, pero no logró nada.
Como una forma de llamar la atención el próximo sábado han organizado un torneo en el lugar, para que se sepa el estado en el que se encuentra el parque, pero con la participación solo de profesionales, para evitar que pueda ocurrir algún incidente.