Los operarios de Tragsa estuvieron retirando más asentamientos ilegales de Ceuta, en esta ocasión ubicados en Cortadura del Valle. Se habían ubicado en esta zona, cercanos al campo de fútbol José Martínez Pirri y al campus universitario.
Se había convertido en un pequeño refugio para los inmigrantes que cruzaron el pasado mes de mayo. Tragsa sigue con su ardua labor de intentar acabar con todos los asentamientos ilegales que hay en la ciudad. Una tarea difícil de conseguir ya que están expandidos por casi toda Ceuta.
Los operarios de Tragsa, en la retirada que llevaron a cabo, encontraron todo tipo de artilugios como colchones, sábanas, piedras, tablas, así como desperdicios.
Eso sí, cabe destacar que en este lugar la cantidad de residuos que había era muy importante por lo que era imprescindible la recogida de todo tipo de enseres en tiempo récord ya que había riesgo de que se produjera un incendio y había casas muy cercanas a estos refugios. Una vez retirado toda la basura procedieron a desinfectar la zona, tal y como marca el protocolo desde la llegada del coronavirus a nuestras vidas.
Se dedicaron a desmantelar cada una de las chabolas a modo de viviendas improvisadas que habían sido armadas en este lugar, procediendo después a su limpieza. Esta actuación forma parte de las llevadas a cabo en distintos puntos de Ceuta con ánimo de ir retirando gradualmente todos los asentamientos que hay desperdigados.
El objetivo es que los marroquíes no encuentren lugar donde asentarse y se desvíen a las propias naves del Tarajal, reconvertidas en lugar de estancia para estos personas, todas adultas. En el caso de los menores, están ya todos en los puntos habilitados en zonas como Piniers.
Tragsa ha sido encomendada al desarrollo de este tipo de actuaciones de las que ya informó el Gobierno local, con vistas primero a ir recuperando la parte del terreno perdida y, segundo, para garantizar la propia seguridad de estas personas que estarán así controladas en las naves.
Ahora mismo el Gobierno dispone de cinco naves y las ha reconvertido en zona de esparcimiento y control de los propios marroquíes sin que pueda funcionar como un centro de internamiento ya que eso sería ilegal. Conforme se vayan retirando asentamientos se intentará reconducir a estas personas a las naves, eliminando las casetas o los auténticos poblados que han llegado a levantar. Muchos de ellos en el monte por lo que hay peligro de incendios.
En el mirador de recinto tienen hasta una mujer que les limpia, pero acantilado abajo es una escombrera, como fuente camello
No me he reído más en mi vida. Gracias.