Hace un mes que Shallouf Ismail y Bin Ziadi Osama salieron de Argelia tratando de alcanzar la Península, o al menos Ceuta, para entrar en territorio español. De 16 y 20 años, respectivamente, estos jóvenes se lanzaron al mar con la esperanza de que la tierra al otro lado del Estrecho les brindara una nueva oportunidad que no tienen en su tierra de origen. Como tantos otros miles de jóvenes como ellos, Ismail y Ziadi planeaban poder iniciar una nueva vida lejos de la pobreza y la injusticia.
Emprendieron el viaje el pasado 1 de julio. Desde entonces, su familia, en concreto su hermano, los busca. Su duda es si sobrevivieron al naufragio que sufrió la embarcación de goma en la que iban.
Junto a ellos salieron otras 25 personas. Del grupo solo se sabe que unos llegaron y otros no. Cuando la embarcación de goma en la que iban naufragó algunos lograron sobrevivir gracias a los chalecos salvavidas y llegar hasta la costa sanos y salvos. De los demás, como Shallouf Ismail y Bin Ziadi, nada se sabe. No se encontró ningún rastro de la embarcación naufragada, pero también se desconocen otros datos importantes como la zona en la que ocurrió y qué fue de los supervivientes.
Al parecer, y según pudo saber después su hermano, un gran carguero que navegaba por el Estrecho los rescató, pero no encontraron rastro de los demás tripulantes, tampoco de Shallouf Ismail y Bin Ziadi Osama.
La familia de los jóvenes recibió la fatal noticia del desenlace de los hechos a los pocos días de que ocurriera. Desde entonces los buscan desesperados. No saben si lograron alcanzar su meta con éxito y ahora se encuentran lejos de Argelia, o si sus cuerpos aparecieron en otros lugares.
Dos nombres más, con una historia y una vida detrás, se suman a la interminable lista de desaparecidos que se lanzan al mar tratando de alcanzar costas españolas para huir de una vida de pobreza e injusticia. Una lista que ya es demasiado larga desde el número uno y hace tiempo alcanzó los miles de desaparecidos.
Mientras sus países (Argelia y Marruecos) se arman hasta los dientes con material bélico sus pobres súbditos buscan su suerte en el abismo. Malditos gobernantes