Ca-minando Fronteras ha presentado este miércoles su informe titulado Derecho a la Vida 2021, en el que recoge el monitoreo hecho en la frontera haciendo alusión a las embarcaciones que han pedido auxilio en el mar o al número de personas muertas y desaparecidas, nutriéndose básicamente de los datos aportados por las familias y personas próximas a las víctimas. El informe recoge los datos de 2021, de contenido mucho más “trágico” que en otros años. No hay una alusión específica a Ceuta pero sí a la ruta del Estrecho, con naufragios de embarcaciones.
La oenegé alude al semestre más trágico en el que la frontera ha mostrado su cara más terrible “con un alto número de víctimas que correspondieron en su gran mayoría a embarcaciones procedentes de Mauritania”, concreta. El aumento de la mortalidad lo vincula a la crisis diplomática entre Marruecos y España, indicando cómo en los meses de mayo y junio ha habido más víctimas, destacando el alto número de mujeres y menores víctimas de la frontera.
En cifras han sido 2.087 las víctimas en las rutas de acceso a España durante el primer semestre de 2021; de hecho en solo seis meses ha muerto el mismo número de víctimas que en todo 2020. En dato porcentual ha habido un aumento del 526% respecto del primer semestre de 2020. Hay un dato escalofriante, y es que el 95,83% de las víctimas desaparece en el mar sin que sus cuerpos sean recuperados. Ese es el gran drama de la frontera, el no saber el destino final de esas personas que marcharon de sus hogares.
Las rutas más peligrosas y el drama por los desaparecidos
En cuanto a las rutas, la más dura es la canaria, con 1.922 víctimas en 57 naufragios. La extensión de los trayectos, la peligrosidad del océano o las características de la navegabilidad convierten esas salidas en temerarias y mortales. Las embarcaciones que emplean ya salen en riesgo al no cumplir los requisitos para la navegación. Incluso se está haciendo uso de neumáticas que son dirigidas por personas que no tienen conocimiento alguno de cómo llevarlas. Ca-minando Fronteras pone de manifiesto la incidencia de la crisis hispano-marroquí que ha tenido como consecuencia ese aumento de la mortalidad al darse una falta de coordinación para salvaguardar la vida del inmigrante.
En la del Estrecho recoge 36 víctimas en 9 naufragios. La de Alborán recoge 93 víctimas en 9 naufragios y en la ruta de Argelia, 36 en 4. Los fallecidos son de 18 países distintos, centralizados en su amplia mayoría en África. 341 mujeres y 96 niños han perdido la vida por la necropolítica migratoria en este semestre de este año.
Tras las cifras de muertes hay familias que deben ser tenidas en cuenta y para las que esta oenegé pide mejorar la transparencia de los estados respecto a los rescates y búsquedas, los centros de detención de personas migrantes y las deportaciones de las mismas que permita disipar las dudas sobre el paradero de estas personas. “Del total de víctimas registradas, apenas aparece el 4% de los cuerpos. En el caso de las personas que llegan fallecidas a las distintas morgues el porcentaje de aquellas que se logra identificar y enterrar de una forma digna respetando los derechos de sus familiares, es también ínfimo. Tienen problemas para denunciar, imposibilidad de venir a España a identificar el cuerpo, falta de medios para repatriar el cuerpo… Demasiados obstáculos en un proceso ya de por sí terrible y doloroso”, recoge la entidad.
Otra ONG chiringuito sacadineros