La economía de frontera que siempre ha dominado las relaciones de vecindad entre Ceuta y Marruecos se ha visto truncada desde el cierre del paso Tarajal-Bab Sebta. Vía de subsistencia para unos y ahorro de costes para otros, tanto los ceutíes como los marroquíes han aprovechado las peculiaridades de las relaciones entre ambos países para pasar mercancía en ambos sentidos.
Esta práctica, tolerada durante décadas, escondía algunas inconcebibles como la circulación de bombonas de camping gas a bordo de los vehículos. Un riesgo asumido por los conductores y sus pasajeros ya que viajaban a bordo con material delicado cuya mala manipulación y almacenaje podría tener un desenlace fatal. Una actitud inconsciente más extendida entre la población ceutí de lo que se pensaba hasta el momento, a tenor de la cantidad de bombonas que están apareciendo en distintos puntos de la ciudad autónoma. Su bajo precio, en comparación con Ceuta, animaba a pasarlas para ahorrarse dinero ya que en Marruecos son más baratas.
Solo este lunes, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta (SEIS) ha retirado 22 de estas botellas cuyo contenido es peligroso y un transporte inadecuado puede ser fatal. En 24 horas, los bomberos acudieron a tres barriadas distintas: Casas Nuevas en Príncipe Alfonso, donde recopilaron 15 de estas botellas; seis en Loma Larga y una en avenida Reyes Católicos. No obstante, estas no son las únicas recuperadas ya que en los últimos meses este mismo periódico ha recibido varias llamadas telefónicas en las que alertaban de la presencia de este material en la vía pública.
Muchas denuncias ciudadanas
Príncipe Alfonso acapara muchas de estas denuncias ciudadanas, en concreto por el vertedero incontrolado en el que se ha convertido un punto de recogida en la calle San Daniel. Los ciudadanos que aún hacen uso de estas bombonas suelen abandonarlas junto a las hileras de contenedores donde la población deposita sus bolsas con residuos generados en los hogares.
La gente ya se ha dado cuenta que la frontera va abrir jejejej
Y a mi me ponian pegas por un kilo de pescado.