La magia ha reaparecido en el Teatro del Revellín gracias a los cuentos de toda la vida. La obra ‘El desván de los hermanos Grimm’ ha cautivado a las familias de Ceuta que han acudido esta mañana de sábado al auditorio después de tiempo sin disfrutar de una función dirigida al público infantil.
Los niños lo echaban de menos. “Me gusta mucho ir acá, me recuerda muchos momentos”, ha expresado Carele Añanga Martínez, de 7 años, a ‘FaroTV’. Según ha relatado, el escenario le remite a otras representaciones con las que se lo pasó bien, así como a los espectáculos de ballet en los que ha participado.
Otros pequeños han señalado que acudir al teatro es “divertido” y que tenían muchas “ganas” de volver. Para Flavia Rubio Gallego, de 11 años, a la que han llevado unas compañeras, pisar de nuevo el patio de butacas ha sido una experiencia atractiva: “Con lo del covid no hemos estado viniendo entonces es como emocionante”.
También los padres y abuelos que han acompañado a los chiquillos se mostraban satisfechos por recuperar actividades de este tipo. “Es fantástico volver al teatro”, ha asegurado Miriam Peña, sentada junto a tres niños. “Se necesita quizá más actividades de este tipo porque para ellos es importante; la cultura es importante”, ha añadido.
El centenar de asistentes, pequeños y adultos, ha entrado rápido en el mundo creado por Pepa Muriel en esta obra que ha escrito, dirigido y protagonizado. Enseguida han respondido a la actriz en una función que desde el inicio ha buscado interactuar con el público. Muriel ha utilizado los recuerdos de su infancia y objetos del desván de su pueblo onubense —como su propia cuna—, en el que jugaba de pequeña, para relatar historias conocidas con una visión contemporánea, como ‘Caperucita roja’, ‘Los siete cabritillos’ o ‘Blancanieves', que ha intercalado con anécdotas de su localidad.