Los niños recuperan la posibilidad de echar a volar la imaginación en el Teatro del Revellín de Ceuta. Porque Pepa Muriel construye este sábado por la mañana, a las 12 horas, un espacio para llevar a los pequeños a un mundo donde la magia lo impregna todo con el espectáculo ‘El desván de los hermanos Grimm’.
“Se llama así porque es una relectura de los cuentos de toda la vida llevado al lugar donde yo jugaba cuando era pequeña”, explica Muriel, dramaturga, intérprete y directora de la obra. De este modo, los protagonistas y antagonistas se reconvierten en los personajes de su pueblo, Lepe (Huelva); el lobo de ‘Caperucita roja’ es un lobo de mar porque es una localidad costera. Blancanieves “no es tan candorosa” ni le gusta encargarse siempre de todas las tareas de la casa.
Los objetos invitan a los niños a adentrarse en una historia nueva cada vez. Además marcan una forma de entender los cuentos de la compañía Escenoteca porque les gusta “construir” una escenografía, indica Muriel, sino que los elementos sobre el escenario “tengan su punto real”. Así, hay un espejo roto, unas botas y un abrigo rojos y una cuna que perteneció a la propia Pepa Muriel y que ella utiliza para hilar con el poema ‘Luna y panorama de los insectos’ de Federico García Lorca. También hay unas telas que cuelgan y crean un halo mágico alrededor del espacio escénico. La actriz, de 57 años, se formó en el Instituto del Teatro de Sevilla y está diplomada en Educación y defiende la afirmación del psicoanalista Bruno Bettelheim de que los niños necesitan la magia para poder explicarse el mundo.
Muriel es partidaria de que la cultura sea también una herramienta educativa “pero sin que se note”. Así, recuerda que los cuentos servían antes para ilustrar a los niños sobre los peligros que podían encontrar en su vida, aunque ahora la tendencia es contraria y se dulcifica la realidad incluso en exceso.
Su relectura de estas historias clásicas conlleva que ‘El desván de los hermanos Grimm’ tenga “muchas capas, como una cebolla” y está pensado para que guste a todos: “Los adultos entienden una cosa y los niños otra”. Según relata Muriel, hay abuelos que van con sus nietos a ver la representación —que empezó a recorrer los auditorios de España en 2018 y está recomendada por la Red de Teatros de España— y luego se le acercan con los ojos brillantes por los recuerdos de la infancia que les ha evocado.