La valla entre Ceuta y Marruecos, coronada por peines invertidos y solo en algunos tramos con los tubos fijos para elevarla a los 10 metros de altura, supone la única vía que alimenta la esperanza de aquellos subsaharianos que ven en el salto la posibilidad de otra vida. Una distinta a la que le supone estar escapando del cerco marroquí, cuyos agentes se han convertido en guardianes de frontera.
En las últimas 48 horas, entre el sábado noche y el lunes por la mañana, tres subsaharianos han logrado ese pase, superando los elementos que vienen a sustituir a las concertinas, retiradas por el mismo gobierno del PSOE que las colocó. Los dos primeros accedieron en la noche del sábado, personándose en la nave del Tarajal en donde cumplen ya la cuarentena en torno a las 21:30 horas. Su entrada fue detectada por la Guardia Civil que localizó a la pareja tras sortear el doble vallado pero alejada ya del perímetro. En la mañana de ayer se produjo otra entrada de una sola persona, también procedente del África subsahariana y que se encuentran en la nave del Tarajal cumpliendo el protocolo establecido. Después todos ellos pasarán al Centro de Estancia Temporal (CETI) a la espera de su traslado a la Península.
La inmigración subsahariana ha quedado reducida a lo mínimo
Las entradas de subsaharianos se han convertido en anecdóticas, ya que la población marroquí es la que más intentos de pase lleva a cabo y más éxito alcanza, sorteando los espigones a nado abandonando las malas condiciones en las que se encuentran en su país de origen.
Las tornas han cambiado y si antes eran los subsaharianos los que lograban saltar el vallado y alcanzar en número considerable la meta de cruzar a Ceuta, ahora son los marroquíes los que apuestan por la vía marítima para llegar a este lado, aunque sea a costa de arriesgar sus vidas. El pasado domingo 25 de abril, fueron más de cien los que consiguieron cruzar a nado bordeando el espigón del Tarajal en lo que ha dado por llamarse ‘crisis’. Buena parte de ellos, salvo los menores constatados o los que todavía se está comprobando si lo son, ya ha sido devuelto a Marruecos en una operación conveniada entre ambos países.
Eso, digo yo...la valla, " nuestra única esperanza".
Ninguna valla puede frenar a un tio hambriento aunque tenga lo que tenga y la altura que sea.
Totalmente falso ,por suerte ,o por desgracia si puede una barrera frenar a las personas,tengan la necesidad que tengan,solo que hay que hacerla con fundamento y segun la necesidad
La electrificada si.
Con la nueva VALLA Con los peines invertidos, se cuela hasta el TATO. Que les den una medalla a sus promotores y artífices del ingenio por chapuceros.
La valla está ahi para proteger a los que estamos a este lado, no para alimentar de lo que sea a los que están al otro.