Delegación del Gobierno, Ciudad Autónoma, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el 112, entre otros, mantendrán una reunión esta semana para fijar un protocolo de actuación en el caso de que se produjera una entrada masiva de inmigrantes en Ceuta. Ya la semana anterior se habló de este asunto, después del intento de entrada de unos 200 subsaharianos, frustrado por la Guardia Civil y las fuerzas marroquíes, quedándose para un nuevo encuentro.
El problema radica en qué medidas se deberían adoptar en aplicación de las fijadas anti-covid, ya que no se podría proceder al traslado de los recién llegados al CETI, al tener que pasar previamente una cuarentena como establece el Ministerio de Sanidad. Y lo que sucede es que la nave del Tarajal que está operativa para ese fin acoge ya a unas 60 personas y tiene capacidad muy concreta, para unas 150 como mucho, de ahí que ante una entrada de gran cantidad de personas Ceuta se vería desbordada, carente de una reacción posible.
Fruto de la reunión que tendrá lugar esta semana se plasmará qué poder hacer en el hipotético caso de que se produjera una entrada como la que pudo haber sucedido el lunes 12 de abril, sabiendo perfectamente qué pasos dar y de qué medios disponer para que se pueda cumplir con las normas sanitarias. En el CETI actualmente hay unos 200 internos y la amplia mayoría son marroquíes que han solicitado asilo para evitar su expulsión –cuando esta pueda llevarse a cabo- y para evitar verse en la calle, como el resto.
En el Tarajal van todos los inmigrantes que llegan a Ceuta, habiéndose registrado una presión de nadadores en estos días, de jóvenes que bordean los espigones hasta llegar a la ciudad. Algunos de ellos arriesgan al límite sus vidas y, en otros casos, ni siquiera se llega a saber de su futuro porque nunca llegan.
A repartirse la pasta, parece que están deseando que entren.