Agentes de la Guardia Civil de Ceuta han recuperado esta madrugada un cadáver en el Tarajal, que se corresponde con el de un varón y que se encontraba en avanzado estado de descomposición. El cuerpo fue hallado en torno a las 4:30 horas y todas las hipótesis apuntan a que podría ser el de alguno de los inmigrantes magrebíes que a diario intentan entrar en nuestra ciudad bordeando el espigón que nos separa de Marruecos. Un punto que, también, es sorteado de manera constante por los atrapados que quieren volver a su país.
A falta de los datos concretos derivados de la autopsia que se le realizará en el día de hoy, y a simple valoración inicial, llevaba bastante tiempo muerto. Su identificación por tanto es complicada y tampoco se han encontrado documentos que ayuden a saber de quién se trata, tarea esta que le será encomendada a la Policía Judicial a través de su laboratorio de Criminalística. Sí que las hipótesis apuntan a que se corresponde con el de un varón y de origen magrebí.
La presión sobre los espigones es constante, precisamente en la tarde de este martes fueron varios los intentos de entrada que derivaron en rescates arriesgados por parte de la Guardia Civil, ya que estos jóvenes de Marruecos incluso aprovechan el mal tiempo para arrojarse al mar considerando que hay menos controles y que su expedición puede resultar exitosa. Lo arriesgan todo, hasta su propia vida. Solo en la tarde de ayer fueron rescatados al menos cinco personas, pero otras tantos quedaron en Marruecos sin poder superar el espacio que separa Ceuta del vecino país. Tanto por Tarajal como por Benzú, los intentos de incursión son constantes.
Y a esta presión se suma la hilera de desaparecidos, de denuncias de familias que ponen de manifiesto cómo sus seres queridos se echaron al mar avisando que cruzaban a Ceuta pero de los que nunca nada más se supo. Las denuncias se presentan, se pide colaboración para dar con ellos, pero nunca aparecen. Son las grandes incógnitas de una Frontera Sur de la que pocos hablan y cuyas miserias no trascienden a los medios nacionales. A diario, de forma constante, muchos jóvenes buscan en ese arrojarse al mar la forma de escapar de un norte marroquí en crisis.