El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta comenzó este miércoles un juicio, que seguirá en la jornada de hoy, en el que están acusados dos personas. El llamado A.D.LL. se enfrenta a 6 años de prisión por 3 delitos: administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental. A esto se añade una multa de 12 meses a razón de 12 euros diarios por cada uno de los tres delitos.
M.P.S., la otra persona que estaba acusada fue absuelta después de que a mitad del juicio, tanto el Ministerio Fiscal como la Acusación Particular, retiraran la acusación que pesaba contra ella después de comprobar que el informe presentado por la Defensa en las cuestiones previas cumplía con los requisitos y había prescrito los supuestos delitos por los que se le perseguía en esta causa. Eso sí, se pidió por parte de la Acusación que compareciera como testigo de los hechos, algo que fue aprobado y lo hará en la jornada de este jueves.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio corresponden a los años en los que el acusado fue el administrador de finca de la empresa Ibaceuta SL. Lo fue desde 2001 hasta 2017 y se le acusa de que para favorecerse en su patrimonio de manera ilícita realizó una pluralidad de actos destinados a lucrarse. En este primer día de juicio declararon diferentes testigos, entre ellos uno de los socios de la empresa y denunciante, para esclarecer el lugar de los hechos.
El acusado tendrá que declarar hoy después de que terminen de hacerlo los testigos
Los primeros en testificar fueron diferentes arrendatarios de la empresa Ibaceuta SL. Todos ofrecieron unas declaraciones similares, ya que explicaron que mantenían conversaciones con el acusado para los diferentes trámites tanto de alquileres como, por ejemplo, si había que hacer algún tipo de reforma. Todos señalaron que antes de firmar nada, el acusado les decía que tenía que hablar con los socios para llevar a cabo la acción. Por eso, los arrendatarios no recuerdan ningún tipo de acto delictivo y se fiaban de lo que el denunciado les iba indicando en cada momento. Uno de ellos señaló que estuvo hasta 1 año sin un contrato en vigor porque según le explicó el acusado había un “lío de herencias” y no podían concretar ese contrato.
Uno de los socios de Ibaceuta SL, que tiene la residencia en nuestra ciudad, testificó que durante años siempre confió en la buena fe del acusado y que todo lo que realizaba lo estaba haciendo correctamente. Asimismo añadió que el acusado trabajó del año 2001 hasta 2017 cuando fue cesado y que durante esos años, quitando el último, nunca miraban las cuentas de liquidación que realizaban a final de año. Afirmó que ahora sabe que lo “hice mal” pero en esos momentos tenía plena confianza y por tanto no se ponía a revisar cada documento. Lo firmaban y confiaban en la palabra del acusado.
No es hasta que deja de trabajar cuando empezó a mirar diferentes documentos, no cuadrándole ninguna de las cuentas. Acudió al BBVA, entidad de donde se remitía todos los gastos, verificando que es de la misma cuenta del acusado donde se producen todos los movimientos. Un hecho que hizo sospechar y lo quiso hablar con el denunciado, pero que no le dejó nada claro en una conversación privada que tuvieron.
En 2017, cuando fue cesado el acusado, cogió las riendas de la empresa el hijo de uno de los testigos y economista de profesión. Ahí pudo comprobar, según explicó en el juicio, que había muchas cuentas que no cuadraban y pidió explicaciones a A.D.LL. Del año 2012 a 2017 son todas las cuentas de fondos y liquidación que tiene firmadas con el acusado, ya que indicó que no se sabe nada de los años anteriores. Asimismo afirmó que comprobó las diferentes deudas que tenía la empresa por no pagar muchos de los impuestos. En estos momentos señaló que la empresa lleva gastados unos 120.000 euros, sin contar los arreglos a distintos edificios.
En la jornada de hoy seguirán las testificales: queda una importante, la del acusado.