T engo 83 años, padezco de Parkinson y una hernia discal lumbar me limita enormemente la movilidad de mis extremidades inferiores, por ello requiero ir siempre acompañada en mis desplazamientos por el peligro a caerme. Intenté subir al autobús de la parada de la Bda. Zurrón acompañada por mi hija y el conductor me negó el acceso Al encontrarse el autobús alejado de la acera, y no poder sortear los escalones de la entrada principal, mi hija le solicitó al conductor que dada mis circunstancias físicas y que era imposible que pudiese subir por el desnivel existente, que por favor abriese la puerta central que está expresamente habilitada para ello (para minusválidos y personas con movilidad reducida, como obviamente es mi caso y mi informe médico avala). Se negó totalmente y sin el mayor atisbo de humanidad, se marchó sin abrir la puerta central (que es más ancha y más baja que la principal) y sin permitir que pudiese subir al autobús, quedándome desamparada en dicha parada.
Mi hija fue a realizar la reclamación pertinente a la oficina de la empresa de autobuses de las Puertas del Campo y los empleados que allí se encontraban ese día (incluido un inspector que tampoco quiso identificarse al igual que el conductor) le dieron automáticamente la razón al conductor sin atender a razones y sin demostrar la más mínima empatía ni aportar excusas que justificaran la violación por parte del conductor de los derechos de un pasajero con movilidad reducida. Justificaron la tiranía de un conductor, que por lo visto dicen que puedes hacer lo que quiera en "su" autobús, digan lo que digan las reglamentaciones.
En la mampara que se encuentra detrás del conductor en el autobús (y en el tablón para los trabajadores de la empresa de autobuses) hay un cartel colocado por la propia empresa que dice así “SE RECUERDA A LOS CONDUCTORES DE LA OBLIGATORIEDAD DE BAJAR EL PISO CUANDO SE UTILICE LA RAMPA PARA MINUSVÁLIDOS O CUANDO LO SOLICITEN USUARIOS DE MOVILIDAD REDUCIDA”. Tengo fotos que lo avalan porque después de esta reclamación se han dado prisa en retirar esos carteles.
Sinceramente no puede estar más clara y explicita la “OBLIGATORIEDAD” del conductor de facilitar la entrada de un pasajero con problemas clarísimos de movilidad reducida. Las torticeras excusas del conductor y de los empleados de la oficina de las Puertas del Campo no tienen cabida cuando está tan claramente manifiesto en la reglamentación de la empresa de autobuses y en las ordenanzas municipales para la accesibilidad y eliminación de barreras del transporte de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Desde aquí quisiera expresar la humillación y la impotencia que sentimos al ver como un conductor no sólo violaba mis derechos como pasajero con problemas físicos sino que además no mostraba ni el más mínimo gesto de humanidad. Y más aún cuando en los autobuses municipales se ha hecho una importante inversión con dinero público que pagamos todos para facilitar los desplazamientos a pasajeros con movilidad limitada. Pero se ve que sólo se puede usar cuando al conductor le de la gana porque el reglamento no significa nada para ellos y no le importa abandonar a una anciana en la parada de autobús.
A pesar de dirigir una carta al director de la empresa, que siguiendo la misma actitud que sus empleados “ha escurrido el bulto” sin el menor rubor, de dirigir una carta a la Consejería de Sanidad, Consumo y Menores para denunciar estos hechos con respuesta automática estándar ignorando los hechos… no me voy a dar por vencida para luchar por mi derechos pues esperan que me canse y lo deje con sus respuestas impersonales y no es mi intención ni mucho menos.
Deben tener la conciencia muy tranquila ignorando a los ancianos enfermos de nuestra ciudad sin el menor atisbo de humanidad y respondiendo con la boca llena de “falsedades” que el reglamento les dice que no pueden abrir la puerta central ¿a una anciana con Parkinson y problemas de movilidad? . No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza responder eso mirando a los ojos de una anciana enferma de Parkinson con el cuerpo tembloroso y que difícilmente puede moverse y quedarse tan tranquilos. No entiendo cómo tienen la vergonzosa desfachatez de justificarse diciendo que eso está en el reglamento cuando cualquiera que lea el reglamento puede comprobar que lo que dicen es falso.
Gracias por molestaros en leer estás líneas y que ellas sirvan para que otros pasajeros, en la misma desgraciada situación física que la mía, no se vean atropellados por la falta de profesionalidad y humanidad con la que he sido avasallada y no se den por vencidos nunca para luchar por sus derechos.
Os deseo un buen día a todos… y a los que se han reído en nuestra cara también…deben sentirse muy orgullosos de ellos mismos. Y ojalá no le hagan lo mismo que a mí a sus madres, a sus abuelas/os, a sus hijas/os… cuando enfermos o impedidos intenten subir al autobús por donde tienen derecho a hacerlo y les digan NO tenéis derecho.