Desde hace días estábamos esperando la respuesta del Ministerio de Defensa a las preguntas sobre la vacunación en la Comgeceu y las personas que se habrían administrado o no la dosis. La transparencia que dice enarbolar la cartera de Margarita Robles parece perderse en el Estrecho porque tras jornadas esperando una respuesta lo único que se nos ha dicho es que “seguimos el protocolo y calendario del Ministerio de Sanidad”. Para eso ni hacía falta enviar un cuestionario a Defensa ni, menos, varios días para responderlo. Cuando todo un Ministerio no quiere contestar a preguntas tan simples como si algunos mandos se han vacunado o no, además de qué criterios se han seguido para ello, es simplemente porque se niega a ser transparante. Y cuando alguien prefiere callar o responder simulando un diálogo de besugos pierde demasiados puntos, tantos que de cara a la opinión pública se puede tender a pensar lo que no es. Por cierto, cuando sucede esto generalmente se acierta.
Si esta es la política de comunicación por parte de Defensa mal vamos, sobre todo cuando el tema al que se refiere en esta ocasión es la administración de vacunas en unos tiempos de polémica con dimisiones incluidas.
La excusa de la seguridad nacional no sirve cuando se trata de ser claro. No se entiende el motivo por el que Defensa se niega a ser transparente y confirmar si ha habido vacunaciones o no entre los mandos de Ceuta. Hacen un flaco favor no solo a la claridad a la que están obligados sino a los propios afectados si nada tienen que esconder. Pero cuando se dan este tipo de respuestas suceden dos cosas: o que se tiene demasiada soberbia y, por tanto, se ignora a la opinión pública; o que algo sucede para que no se quiera ser lo claro que se debe en asuntos tan delicados.
Defensa tenía el camino fácil, que no es otro que el de ser claro y transparante. Ha optado por todo lo contrario. Quizá en Fiscalía, ya que están pidiendo las listas de los vacunados, deberían preocuparse por pedirlas de todos los estamentos. Quizá de esta manera la transparencia sea una realidad aunque sacada con alicates. Que triste, aunque necesario.
SE TE VE EL PLUMERO MARQUESA