El Gobierno de Marruecos prorrogó este martes por dos semanas más las estrictas medidas restrictivas tomadas para frenar la propagación de la pandemia del coronavirus, en vigor desde el pasado 23 de diciembre.
Esa segunda prórroga, que entra en vigor este martes, incluye el cierre de cafés, restaurantes y todo tipo de comercios a las 20.00 horas, además de un toque de queda nocturno entre las 21:00 y las 6:00 de la mañana.
Asimismo, mantiene la prohibición de "fiestas y reuniones públicas o privadas", una medida aplicada a rajatabla en las últimas semanas y que ha llevado a la policía a intervenir y acabar con algunas fiestas organizadas discretamente en casas y hoteles.
El Gobierno marroquí considera que la prórroga de las restricciones se explica, entre otras razones, por "la aparición de la nueva cepa de coronavirus en países vecinos".
Primer caso de cepa británica en Tánger Med
Las autoridades sanitarias marroquíes detectaron este lunes, por primera vez, un caso de la nueva variante británica del virus en el puerto de Tánger Med, en la persona de un marroquí residente en Irlanda y que embarcó en un ferry en la ciudad francesa de Marsella.
Tras el descubrimiento de este caso, el Gobierno decidió prohibir desde este martes "y hasta nueva orden" el aterrizaje de aviones o la entrada de pasajeros procedentes de cuatro países: Australia, Brasil, Irlanda y Nueva Zelanda.
Previamente, Marruecos ya había prohibido la entrada a aquellos procedentes del Reino Unido, Sudáfrica y Dinamarca, tras la detección en esos países de esa variante del virus.
El avance del coronavirus es relativamente lento en Marruecos, donde hasta la fecha se han hallado 460.144 casos confirmados del virus y han muerto 7.977 personas infectadas; en las últimas semanas, el número de muertos diarios está en torno al medio centenar en todo el país.