Vídeo: Mohamed Ben Zakour
Durante la conmemoración se llevó a cabo la imposición de condecoraciones
El Núcleo Otero acogió ayer el 90 aniversario de la concesión de la Medalla Naval a la Compañía de Mar, como distinción en las operaciones de desembarco en la bahía de Alhucemas comprendidas entre el 6 de septiembre y el 15 de octubre de 1925.
Nueve décadas después, y con la participación de las unidades de las Escuadras de Gastadores; Banda de Guerra Mixta de la COMGECEU; Unidad de Música del BCG de la Comandancia General; Bandera de la ULOG-23; Jefe de Línea, Banderín de la Compañía de Mar y cornetín de órdenes y las 1ª, 2ª y 3ª Sección de la Compañía de Mar, se rendía homenaje con la imposición de condecoraciones a personal civil y militar.
El título Alcayde de mar representa al gobernante de la entonces capitanía y los 400 hombres que componían la Compañía de Mar. Esta condecoración ha recaído en la persona del presidente de la Autoridad Portuario, José Torrado, por su colaboración con la unidad, mientras que el personal que ha pasado a reserva o se ha jubilado en el último año se despedía rindiendo honores a la bandera. En esta ocasión han sido el capitán Rafael Vivas y como personal civil, Celestino Antúnez.
El coronel jefe de la ULOG número 23, José Antonio Muñoz, dirigió unas palabras a los presentes para rememorar a los primeros 102 miembros de la Compañía de Mar de Ceuta y los 30 de Larache y los medios de que disponían. “Hasta hace no muchos años, los barcos de transporte no atracaban en diques, si no que anclaban en puerto, en una rada practicable, habiendo que trasladar el personal y material en pequeñas falúas, esquifes o como en Alhucemas, ya en el siglo XX, en las barcazas ‘Kaes’. Dada la escasa capacidad de estas embarcaciones, y la dificultosa carga en los mismos, tenemos que imaginar la lenta y tediosa labor de descarga de un barco...Ésta ha sido la labor desde 1415 de nuestra Compañía de Mar. Labor que con otros medios y procedimientos, sigue realizando en el año 2016, y con el mismo espíritu que en 1925, dispuesto a ejecutarla siempre “bajo el fuego enemigo de fusil, ametralladora y cañón, sin que por ello decreciera aquel entusiasmo y denodado espíritu”.
A continuación dio comienzo el acto de homenaje a los que dieron su vida por España con el desfile de los guiones hasta el monolito, seguido por el himno de la Compañía de Mar interpretado por los miembros de esta unidad.
El acto concluyó con la retirada de la enseña nacional y del guión-enseña para concluir con el desfile de las unidades participantes en el evento castrense.