La presión de las asociaciones de vecinos del centro y las redadas policiales desarrolladas en la plaza de los Reyes han terminado por provocar un traslado paulatino de las mujeres y algún hombre que ejercen la prostitución en las calles de Ceuta hacia el extrarradio.
El eje conformado entre San Amaro y el Hacho se ha convertido en el sendero habitual para la docena de personas que ejercen el negocio más antiguo. Ya tienen hasta su punto de reclamo, la parada en la que agenciar las citas y los puntos próximos en donde se producen los escarceos.
La Policía lleva a cabo alguna que otra intervención aleatoria en un punto en donde las quejas vecinales todavía no se han producido, al menos de manera enérgica. Se reducen a la petición de papeles y a comprobar que, pasada la hora estipulada, estas mujeres no están en Ceuta, ya que al ser de Tetuán no pueden pernoctar en la ciudad.
Más allá de esto poco se puede hacer. “Lo que sí las tenemos a todas controladas”, apunta una fuente policial, que, reconoce, no se puede actuar contra ellas cuando “no están haciendo nada, a la vista de los viandantes, que pueda ser sancionable y tampoco practican un exhibicionismo como se ha visto en otros lugares”, indican. Con anterioridad se actuó contra ellas en la plaza de los Reyes aplicando la ordenanza del ruido. “Los vecinos se habían quejado del movimiento de coches que pitan con el claxon para llamar la atención y de los ruidos que se producían. Por eso se pudo actuar y por estar de noche en Ceuta cuando por ley lo tienen prohibido”, resalta. “Ahora”, reconoce, “el negocio está más aislado, se ve menos, y eso no molesta a la gente”.
Quizá la prostitución también tenga mayor o menor relevancia por barrios o zonas. Ejercerla en la misma plaza de los Reyes, ante la casa del propio delegado del Gobierno, fuerza más a actuar a la Policía que hacerlo a las afueras de la ciudad.
Pero no a todos les parece bien el nuevo lugar convertido en reclamo para este tipo de encuentros carnales. La parada de autobús ubicada en frente del viejo hospital ya nadie la utiliza. “No ves que están siempre ahí sentadas, agenciando las citas... cualquiera se sienta ahí... igual te confunden con ellas y ya la hemos liado”, indica una joven estudiante de Enfermería que opta por esperar el bus de pie, junto a la parada de taxis, mientras dos tetuaníes esperan superar un viernes monótono marcado por los escasos servicios. Después de las lluvias y el temporal de Levante la economía se resiente y aunque los viernes es el día de menos ajetreo, quien más quien menos se esmera en ganar el jornal.
En Detalle: Manejadas por sus propios ‘taxistas’
Negocios alrededor.
Las mujeres que ejercen la prostitución son controladas por dos o tres individuos que se encargan, en ocasiones, de trasladarlas en vehículos. La Policía no tiene constancia de que existe un proxenetismo, y vincula la presencia de estos ‘taxistas’ a sueldo a la protección que buscan estas mujeres para marchar a Marruecos o para trasladarse a determinadas viviendas. Quienes les trabajan de ‘taxistas’ han tenido, en algunos casos, sus enfrentamientos judiciales y acostumbran a estar vinculados con otros negocios como el de taxi pirata o menudeo de drogas. Las féminas que se dedican a estas prácticas se trasladan en los vehículos de sus clientes a zonas cercanas al Hacho, mientras sus propios ‘taxistas’ les esperan en puntos concretos por si tuvieran algún problema en sus relaciones. No es la primera vez que estas mujeres se han topado con clientes que luego no quieren pagarles o que incluso les extorsionan o golpean. Las denuncias no son la norma común.
La ausencia de una ordenanza municipal
En otras ciudades, sí.
Entre las normativas y ordenanzas municipales que aplican los Ayuntamientos existen algunas relacionadas con la prostitución, aunque éste no es el caso de Ceuta en donde esta materia no está regulada de ninguna forma. Hay ciudades del sur peninsular en donde está prohibido ejercer la prostitución cerca de núcleos residenciales e incluso van más allá, no se permite que haya ningún tipo de roce en lugares públicos como los parques. En Ceuta nunca se ha preparado una ordenanza de este tipo y siempre se ha actuado en respuesta a las quejas de las asociaciones de vecinos. Lo que hace la Policía Nacional es tener controladas y medianamente censadas a quienes practican estos negocios. En el Poblado Marinero se han incrementado los controles sobre todo ante la posibilidad de que hubiera algún intento de práctica de prostitución con menores.
No a los anuncios de sexo, pero sí a la prostitución
Medidas políticas incongruentes.
Esta misma semana se publicitaba el informe del Consejo de Estado que estima la prohibición o, por lo menos, la limitación severa de los anuncios de contacto, recordando que el 90% de las mujeres que ejerce la prostitución en España ha sido sometida a trata. Partidos como Juventudes Socialistas se felicitaban por la medida. “Es necesario que todos pensemos que si alguien ve realmente vulnerados sus derechos, esas son todas esas mujeres, muchas de ellas menores, que son objeto de trata. Mujeres que son tratadas como meros objetos”, indicaba la secretaria de Igualdad de Juventudes Socialistas de Ceuta, Arantxa Lorenzo. “Entendemos que la sociedad ha de velar en primer lugar por los derechos de todas esas mujeres”, apostillaba recordando que cuatro millones de mujeres y niñas son compradas y vendidas en el mundo para la explotación sexual, y que muchas de ellas son publicitadas en anuncios de prostitución. “Desde JSCE consideramos necesaria su erradicación como ya se hizo en países como Finlandia e Irlanda. Una erradicación que tiene que realizarse de forma consensuada con los medios de comunicación, teniendo en cuenta la libertad editorial, pero conscientes de que las mafias de explotación de mujeres están detrás de la mayor parte de estos anuncios”, apunta. Mientras el mercadeo, el ir y venir de estas prostitutas a la vista de todos no recibe un trato político especial con alternativas serias.
Fotos: Quino/Ben Zakour