Una MENTIRA grande y libre. Libre de verdad, plena de odio y oportunismo político. Muy posiblemente sea así como se desarrolle la moción de censura que comienza hoy y se prolongará hasta mañana. Mentira con mayúsculas porque realmente encerrará un cúmulo de mentiras, tergiversaciones e invenciones si no me equivoco.
Desde luego la primera gran mentira es que no es una moción de censura al Gobierno sino una puesta de largo de Abascal que como en los leks (áreas determinadas por los machos de una especie donde se juntan para exhibirse y atraer a las hembras durante la época de apareamiento) hará alarde de todos sus atributos para conquistar al espécimen deseado. En este caso, la derecha más a la derecha de la derecha del PP, dejando en evidencia al pupilo de Aznar. Casado cazado. Casado conquistado. Eso sí, a través de la figura de Ignacio Garriga. Mucho me temo que una de las primeras intervenciones versará en torno a utilizar la muerte y la desgracia como elemento de crítica, aderezada con una llamada al odio. Continuará con la parábola de “La oveja perdida” en la que un hombre que tiene cien ovejas pierde una y al darse cuenta, deja las otras noventa y nueve para ir en busca de la oveja perdida. Al encontrarla siente alegría por ella, con mayor gozo que por las noventa y nueve que no se extraviaron”. La oveja perdida para Abascal es Casado y sentirá gran alegría al devolverla al redil.
Porque esto no va de censurar al Gobierno, va de insultar al Gobierno, crear crispación, ostentar impúdicamente un narcisismo exacerbado, y lanzar un mensaje de egolatrodio (egolatría cargada de odio) y por encima de todo dejar en evidencia a Casado. La oveja Casado está perdida, haga lo que haga, diga lo que diga, se abstenga, vote sí o no, ha sido encontrada por el pastor Abascal y recogida en su rebaño. La primera moción de censura tuvo lugar en 1980 impulsada por el PSOE de Felipe González. Presentada contra el Gobierno de Adolfo Suárez. Dos años después se constataron los resultados de dicha moción. La última moción de censura de la democracia española se está celebrando ahora mismo. No tendrá los mismos resultados que la primera de 1980. Abascal no será presidente del Gobierno en dos años, pero ¿podrá ser el máximo referente de las derechas españolas en dos años? Muy, pero que muy fácil se lo está poniendo el PP de Casado. Demostrando cuan fraCasado está el proyecto de una derecha aznariana representada y articulada a partir de su persona.
Otra mentira enquistada dentro de esta moción de censura es que no es contra el Gobierno sino para intentar potenciar la imagen de Garriga y sus opciones políticas de cara a las próximas elecciones catalanas a costa de los votantes del PP, mientras Casado es testigo desde el redil. Pero a Garrigas se le puede aplicar la parábola de “La Higuera estéril”: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador:
- Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?
Pero él le respondió:
- Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y le echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas”. Casado la oveja, Garrigas la viña.
Y entre tanta parábola, la izquierda haría muy mal pensando que esta moción de censura le puede beneficiar, pues insisto en que es una gran MENTIRA que sólo conseguirá polarizar aún más si cabe nuestra sociedad y desprestigiar hasta el infinito la, ya de por sí pauperizada, política española. El único vencedor de este espectáculo va a ser el enfrentamiento. La única respuesta, la confrontación. Y el resultado final, el alejamiento cada vez mayor de la ciudadanía de sus representantes políticos. Por lo que entiendo que la única salida para la izquierda española es aplicar la parábola del “Juicio Final” donde el pueblo español sería Dios: “A la hora del juicio final (último paso de la salvación) Dios valorará mucho más el amor al prójimo, la entrega generosa a él (Mateo 25, 35s) y el respeto hacia los demás, el abstenerse de juzgar al prójimo, que el cumplimiento escrupuloso y angustiado de las normativas humanas que desmenuzan, no siempre con acierto, lo esencial de la Ley”.
En este contexto el triunfo de la mentira es el odio. Casado la oveja, Garrigas la viña y Abascal el odio.
Para bola, bola la que nos intenta colar Vox con la moción de censura.
Una botella medio llena o medio vacía sigue siendo una botella, con la mitad de su contenido. Una mentira a medias sigue siendo una mentira y nunca la mitad de una posible verdad.