En el mes de noviembre los guardias civiles comenzaremos a percibir el tercer tramo del acuerdo de equiparación salarial. Un acuerdo que fue cuestionado por algunas asociaciones que intentaban jugar al todo o nada, pero analizado el devenir de los acontecimientos políticos y sociales no tengo la menor duda que acertamos.
En AEGC estamos orgullosos de haber firmado un acuerdo que ha conseguido la mayor subida salarial en la historia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, todavía hay quien cuestiona este acuerdo para intentar rentabilizar sus errores engañando a sus compañeros. Pero las mentiras y las promesas incumplibles no están en el ideario de AEGC, porque no intentamos crear falsas expectativas que no estaban plasmadas en el acuerdo de equiparación.
Desde el primer momento AEGC dejó claro que la firma de este acuerdo no impedía que siguiéramos reivindicando y luchando por una equiparación real, no solo en lo económico, también en lo laboral y social, porque los guardias civiles seguimos estando a la cola de estos derechos por la falta de compromiso de la cúpula del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Guardia Civil.
Hemos empezado a trabajar en varias cuestiones de máximo interés que deben acabar con una injusticia más, con otro agravio más hacia los guardias civiles y, por tanto, deben abordarse con rigor, pulcritud, sin egoísmos y con justicia, porque en caso de no abordarse con estos parámetros, llevará a miles de guardias civiles a la calle y, por supuesto, AEGC estará liderando estas manifestaciones porque no estamos dispuestos al ninguneo y, mucho menos, a que unos pocos se repartan lo que nos pertenece a todos.
El próximo día 22 de octubre se da el pistoletazo de salida al primer grupo de trabajo para tratar la productividad. Un mal comienzo, porque el borrador de la nueva orden general es una falta de respeto a los guardias civiles que trabajan a turnos, los que pasan las noches recorriendo las carreteras y pueblos y, como siempre, esta nueva orden general trata de beneficiar a unos pocos en perjuicio de miles de guardias civiles. Un mal comienzo para tratar un tema de máximo interés para los guardias civiles, sobre todo, porque si el criterio de reparto no se hace con equidad y justicia creará un conflicto y unas movilizaciones sin precedentes en la Institución, porque ahora tenemos un espejo donde mirarnos -los policías nacionales- que perciben el plus por turnicidad que los guardias civiles no perciben y un reparto de productividad más justo y objetivo.
Tampoco es una cuestión baladí la necesidad de implantar la turnicidad, otra promesa incumplida que no llegamos a entender, porque los guardias civiles somos los únicos funcionarios públicos que no disfrutamos de unos turnos estables que permitan la conciliación familiar y laboral. Una carencia que no tiene justificación alguna, porque si es posible en el Cuerpo Nacional de Policía, en las Policías Autónomas y Locales, incluso en Sanidad, qué impide a la Dirección General de la Guardia Civil establecer esta medida de conciliación tan importante.
En AEGC mostramos nuestro más enérgico rechazo e indignación al borrador de productividad y estamos trabajando en un documento alternativo que haga justicia con todos los guardias civiles. Una norma que no discrimine a miles de guardias en beneficio de unos pocos, que menosprecie a los guardias que pasan las noches en vela, que trabajan a turnos, que se juegan la vida en la calle y, por supuesto, no vamos a permitir la dedocracia como argumento de reparto.
*Juan Amado es Secretario Nacional de Comunicación de AEGC.