Los cuentos populares están llenos de enseñanzas. Su lectura es una forma entretenida de hacer trabajar la imaginación y educar en valores a los más pequeños. Pero, ¿no será mejor verlo que imaginarlo? Zum Zum Teatre hace posible esa realidad y acerca a las familias la historia de ‘La gallina de los huevos de oro’ en el Teatro Auditorio del Revellín este domingo, a las 12:00 horas.
Esta compañía de teatro realiza adaptaciones de cuentos infantiles -aunque también tienen creaciones propias- para enseñar a los más pequeños las distintas emociones, sentimientos y valores que se esconden tras sus historias. “Nosotros queremos plantearles más preguntas que respuestas para que reflexionen en casa”, señaló la actriz Begonya Ferrer, quien forma parte del elenco de esta producción.
‘La gallina de los huevos de oro’ cuenta con un reparto muy pequeño, ya que son solo dos actores. Sin embargo, a través del uso de títeres y máscaras consiguen dar vida a otros personajes del cuento y llegar a los niños, puesto que cuentan con público de todas las edades. “Para que entiendan la historia hay que ser un poquito más mayores. Lo que pasa también es que los más pequeños se quedan con parte de la historia, por lo que siempre hay diferentes niveles de lectura”, indicó la actriz. Esta obra se centra en el tema de la avaricia, pero tratado desde una perspectiva más actual para que “los niños se sientan más identificados” con la trama y entiendan un poco mejor el mensaje.
La obra está dirigida al público de todas las edades por sus varios niveles de lectura
Además de hacer adaptaciones de cuentos clásicos, esta compañía ha tenido que darle un giro a las representaciones puesto que la situación sanitaria que estamos viviendo no les permite hacerlas como antes. “En este espectáculo, de hecho, empezábamos entre el público y hacíamos una cosa con los niños y ya subíamos al escenario”, explicó.
Esta compañía, al acabar la obra, dejaba que las familias se hicieran fotos con la gallina -o tocarla- y con ellos, pero en esta ocasión han tenido suprimir esta actividad. “Era algo bonito para conocer a la gente, pero lo hemos aparcado por un tiempo”, comentó.
La vuelta a los teatros está siendo “más fría y distante”, apuntó. Empezaron a actuar en el exterior, por lo que la conexión con el espectador es más complicada. Además de esto, hay que añadir el poco contacto con el público. No obstante, “es muy emocionante poder volver a trabajar y ver que la gente lo agradece un montón, porque llevan un montón de tiempo sin poder subir al teatro”, aseguró.