Los volcanes de fango del sur de Alborán, los bancos que se sitúan al sur de Almería, en el norte de Alborán y cerca de Chaouen, y los montes de carbono de Melilla.
Son las áreas del esta zona del mar Mediterráneo, la más cercana al Estrecho, completamente desconocidas en cuanto a su biodiversidad, que han sido propuestas para su protección. Son unos 4.600 kilómetros cuadrados englobados en una propuesta que abarca todo el ‘Mare Nostrum’ y que pretende que se cumpla el convenio de la ONU por el cual un 10% de la superficie de esta masa de agua deberá ser protegida. Actualmente, sólo un 4% lo está.
Una de las personas que ha elaborado este estudio durante los últimos meses es Pilar Marín, científica marina de Oceana, en la oficina de Madrid, que actúa como ‘cuartel general’ de esta fundación en Europa. “Para nuestra propuesta hemos elegido zonas representativas y todas ellas son fondos marinos, cuya biodiversidad es desconocida”, explica Marín.
Sencillamente, son lugares del mar que no se han estudiado. “Nos hemos basado en los estudios de relieve y en lugares similares que sí se han estudiado para seleccionar estos lugares. Por ejemplo, los volcanes de fango situados justo en frente de la costa marroquí, a medio camino entre Ceuta y Melilla, podrían tener una gran variedad de especies. O hay formaciones de bancos similares a otras en Baleares donde hay unos corales únicos y muy preciados”, explica Marín.
El Mediterráneo, a pesar de ser un 1% de la superficie planetaria, contiene el 6% de la biodiversidad de la Tierra. Según lo firmado en la ONU, para el 2012 debería haberse protegido el 10% de esa superficie, “pero al ritmo que se está llevando, eso no se va a conseguir”, aclara Marín. También explica que la de Oceana es una propuesta “de mínimos”, y que lo ideal sería llegar al 20 ó 30 por ciento.
Este estudio será presentado en Bruselas, pero también al convenio de Barcelona, que son las dos instituciones que pueden actuar en el Mediterráneo. “Al no haber zonas económicas exclusivas, la acción debe ser conjunta. Sí hay iniciativas de protección regionales, pero no en los fondos marinos. Además, reclamamos que se regule la pesca, puesto que hay métodos que están destruyendo biodiversidad desconocida”, sentencia.