Las luces del Teatro Auditorio del Revellín de Ceuta iluminarán esta noche el escenario para que los ceutíes puedan disfrutar de una de las tragedias más conocidas de Giacomo Puccini, ‘Madama Butterfly’. La Camerata Lírica de España, bajo la dirección escénica de Rodolfo Albero, será la encargada de dar vida a esta ópera a las 21.00 horas.
Es la primera vez que esta compañía viene a Ceuta y lo hace “con mucha ilusión y con un esfuerzo tremendo, porque las circunstancias en las que vamos no son fáciles”, señala el director artístico y escénico, además de productor y tenor, Rodolfo Albero.
Camerata Lírica viene al ‘Revellín’ con un elenco, aunque reducido, dispuesto a dar lo mejor de ellos mismos sobre las tablas. “A Ceuta vamos con lo mejor. Y el mismo esfuerzo que hacemos nosotros para ir, queremos agradecer al público el que hacen ellos para ir a vernos. Sé que saltará una chispa de agradecimiento al finalizar que va a ser sensacional”, apunta Albero.
‘Madama Butterfly’ es uno de los títulos más famosos del conocido compositor Giacomo Puccini, por lo que Albero ha querido mantener la idea original del autor. “Es una maravilla, tanto musical como escénica. Las óperas que hago respeto absolutamente las ideas del compositor y del libretista”, asegura. Para la puesta en escena, esta compañía ha respetado todo escrupulosamente, tal y como el compositor lo realizó. “Nos dirigimos a un público más ortodoxo y necesitamos llevar las cosas como fueron escritas, más que innovar. Es lo que la gente mejor entiende y, al final, es lo más bonito”, quiso concretar el director artístico.
Por este motivo, los asistentes a esta ópera podrán disfrutar de una puesta en escena clásica y con el vestuario típico que se pensó para esta representación. “Las hakamas son compradas en Japón y el capitán americano va con su uniforme de la armada americana”, comenta Albero. Pero esta puesta en escena necesita un acompañamiento musical acorde a su nivel.
Para ello, Camerata Lírica ha contado con Francisco A. Moya como director musical y con la Orquesta Filarmónica de Castilla La Mancha, de la que solo participan 18 músicos por las restricciones sanitarias. “Francisco es un gran director que nos gusta mucho, con el que hemos colaborado muchas veces y siempre con gran éxito”, cuenta el tenor. Aunque el número de componentes –cantantes, músicos, equipo técnico, entre otros- se ha visto reducido a unas 50 personas, debido a la pandemia causada por el coronavirus, una producción de esta categoría y tan complicada para hacer, Albero señala que “se necesitaba a un director con la mano firme y que sepa muy bien lo que hace. Para unir todo, la orquesta, los cantantes, para que todo concierte bien, hacía falta una persona muy válida y él lo es”.
Para que la representación de esta tragedia japonesa alcance el éxito, además de los tres meses de preparación que realizaron, siguen ensayando manteniendo las normas de seguridad establecidas por la autoridades sanitarias. “Cantan con la mascarilla puesta, aunque usamos unas especiales que son bastante caras y con las que se pueden cantar mejor”, cuenta Albero. Durante la actuación, sin embargo, las voces de los cantantes se podrán oír sin ningún obstáculo que impida apreciar los tonos. “Se la quitan justo antes de subir, pero mientras tanto la llevan”, indica.
La trama de esta ópera se desarrolla en Nagasaki, Japón, donde una joven japonesa Cio-Cio San, interpretada por la soprano Gema Scabal, se casa bajo el rito japonés con Pikerton (Javier Agulló), un oficial de marina americano. “Gema es impresionante en el escenario. Es que te lo crees completamente”, opina el tenor sobre la cantante. A Gema Scabal le acompañará también un coro de 9 voces “que tienen mucha sensibilidad”, señala Albero.
Esta ópera cuenta con todos los accesorios necesarios que le otorgan el título de tragedia y drama como son el amor, el engaño, la traición y la muerte.