Los inmigrantes marroquíes hacen lo imposible para entrar en Ceuta. La presión sobre los espigones de Benzú y el Tarajal llega a un punto que es imposible frenar a la cantidad de personas que buscan lanzarse a nado hacia nuestra ciudad. Y entre ellas asoman casos distintos, a los que quizá se les podría colocar la etiqueta de curiosos. Casos como el ocurrido en la noche del domingo cuando un marroquí consiguió colarse saltando la valla en compañía de otro compatriota que fue interceptado por las fuerzas del vecino país. Sucedió en torno a las 22:00 horas, un caso que rompe la costumbre en un perímetro sorteado por subsaharianos pero que en esta ocasión fue usado por este súbdito del reino de Mohamed VI para cruzar.
¿Por qué? Estas personas antes usaban la frontera del Tarajal, cerrada a cal y canto desde el 13 de marzo. Ahora, si no es por vía marítima, deben buscar un pase que parecía solo ceñido a los subsaharianos. Y así sucedió de noche. Cuando la Guardia Civil intervino se dio cuenta de que el inmigrante era magrebí. Se aplicó el protocolo de devolución entre vallas.
La falta de personal de la Guardia Civil lleva a situaciones extremas para afrontar la enorme presión ejercida por esta inmigración marroquí. Desde la cúpula del Instituto Armado se han tenido que desviar patrullas de la calle a la frontera para garantizar un mínimo de cobertura de seguridad no solo para frenar esa inmigración sino también para controlar la salida de los atrapados. Este domingo cuatro de estos marroquíes que llevan casi seis meses bloqueados escaparon a nado por el espigón del Tarajal -una pareja- y por Benzú hacia Beliones -otra-. Mientras, a la inversa la presión es constante, desbordante incluso cuando Marruecos no colabora lo suficiente y no para a la cantidad de personas que, en grupos, se arrojan al mar con el único fin de bordear los espigones.
Cada noche se concentran grupos numerosos de personas en las inmediaciones de las playas vecinas próximas al punto más permeable de acceso. Y todos para seguir el mismo modus operandi. En datos las cifras llaman la atención si las vamos sumando: nueve una noche, seis otra, quince la anterior... esos los que llegan, la cifra que queda al otro lado puede ser el doble o triple que seguirán intentando el pase.
Ceuta recibe una inmigración por goteo de nadadores, en kayaks, embarcaciones y ahora también por la valla siendo marroquíes. Todos deben guardar cuarentena en un viejo hospital sin garantías que además no cubre las necesidades para la situación no ya que se está viviendo sino la que se avecina, porque en Marruecos la presión y la búsqueda de las escapadas son cada vez mayores, tanto de menores como de mayores de edad. Sin diferencias.
Como el Gobierno no se ponga las pilas esto se convierte en el mayor coladero del mundo