Hace escasos días tuvo lugar la presentación oficial del observatorio de Ceuta y Melilla en nuestra querida ciudad. Un acto oficial con escasa trascendencia y poca asistencia debido entre otras cuestiones a los problemas con el ya tristemente famoso Covid-19. A principios de este año se pidió opinión a determinadas entidades y algunos colectivos de ciudadanos en relación al plan de medidas para relanzar a nuestra ciudad que había elaborado el Ayuntamiento de Ceuta. Ciertamente algunos de nosotros atendimos la llamada de entonces y procuramos presentar algunas ideas que desde nuestro punto de vista podrían tenerse en cuenta, la intención fue enriquecer un documento que en resumen solo era una declaración de intenciones sin concreción alguna ni planes de acción concretos. Ya entonces hicimos algunas reflexiones generales que vienen a colación en estos momentos ya que nos encontramos con otro documento similar en el que se sigue la misma línea de actuación política pero ahora con la participación de un nuevo actor en la escena, el observatorio de Ceuta y Melilla, para dar cierta credibilidad a un documento que en su momento no suscitó mucha. Nuestra querida ciudad está desde hace años sumida en un grave estancamiento y necesita ideas que la revitalicen y la hagan progresar hacia un futuro más prometedor y consensuado donde las ideas fluyan y se integren las mejores iniciativas en todos los órdenes y aspectos socioecómicos y por supuesto en relación al medioambiente y la sostenibilidad, que nos permita desarrollar una ciudad del siglo XXI. Sin embargo, un nuevo modelo de ciudad no puede estar basado en proclamas sin un fundamento metodológico sólido y consistente y necesita de un programa detallado de actuaciones concretas bien justificadas y con presupuestos contrastados. De la misma forma, debe convencer a la gran mayoría, y para ello tiene necesariamente que ser ejemplo y guía de sus propuestas y sacrificios o de lo contrario no será creíble ante la sociedad ceutí, tan decepcionada con sus gobernantes municipales, de los que desconfía con motivos justificados. Por ello, volvemos a aconsejar, ahora al recién creado observatorio de Ceuta y Melilla, que se prepare un sencillo, pero bien elaborado, catálogo de propuestas con una metodología seria que incluya plazos de realización y un presupuesto aproximado para llevarlos a cabo. Pienso que es el momento de dejar de lado tanto enunciado de buenas intenciones y de esta forma profundizar de forma apropiada elaborando los puntos y las medidas reales que se pueden llevar a cabo desde el municipio, pues las cuestiones que dependen de otros estamentos superiores del estado están desgraciadamente fuera del alcance municipal y nada tienen que ver con la ideología del partido o los partidos que ostenten el poder en el gobierno de la nación. Desde luego esperamos mucho más de un observatorio dirigido por un politólogo de la UNED como es el caso del señor Carlos Echevarría, que menos que centrarse en el meollo de la cuestión principal investigando las causas reales del estancamiento de Ceuta, haciendo un análisis certero de los verdaderos problemas que nos ahogan como ciudad sin eludir la cuestión municipal principal foco del problema si se quieren ver los números, la relación de puestos de trabajo y los salarios desorbitados que se cobran en este ayuntamiento. Nuestra ciudad está lastrada económicamente por el propio ayuntamiento y estancada por el estilo de gobernanza poco transparente que se practica y el enorme abandono de los temas ambientales y de sostenibilidad por parte de las dos administraciones, la municipal y el propio estado. A nuestro parecer los ensayos críticos de Carlos Sebastián (“España Estancada” y “Para que España Avance”), entre otros grupos de politólogos muy preocupados por el estancamiento real y evidente de nuestro estado, son unas guías interesantes para gobernantes con ganas de hacer progresar a su sociedad, donde se explica porqué somos tan poco eficientes y qué podemos hacer para modernizar las instituciones e impulsar la meritocracia con convicción, contando con las opiniones de los mas preparados y capaces que tanta falta nos hace en Ceuta. Desde luego entiendo, que iniciar la labor de un observatorio con las proclamas políticas que se presentan obviando las realidades ambientales y de sostenibilidad, centro neurálgico a la que se someterán las próximas financiaciones europeas y además considerando a la señora Chandiramani “experta de larga experiencia” en cuestiones económicas y sociales no nos parece un buen comienzo. Esto último está reflejado en la introducción del informe y no creemos que la perpetuación durante tantos años en puestos políticos sin prácticamente ningún otro bagaje profesional sea digno de ensalzar en un documento por parte de un investigador de la UNED. Por lo demás, creemos que la consejera del gobierno municipal y el propio observatorio harían bien en rodearse de expertos verdaderos y contrastados que le hagan ver cuales son las potencialidades reales de desarrollo económico de nuestra ciudad dentro del marco de la sostenibilidad social, económica y por supuesto ambiental. No por criticar el estancamiento económico del puerto hará olvidar el gran problema de Ceuta que está justo en las formas de invertir el dinero público que tiene el ayuntamiento y en su estilo estancado de gobernanza municipal con poco aprecio por la meritocracia y donde la actual consejera del gobierno municipal tiene parte importante de responsabilidad.
Para cualquier observatorio debería ser básico dar cabida a otras formas y maneras de entender el mundo más allá de los despachos municipales tan lastrados por el pensamiento burocrático y con una mochila repleta de desaciertos e inacción económica, estilo opaco de gobernanza, dejación en las cuestiones ambientales, desatención al patrimonio histórico y gastos inefables en el capítulo uno. A la reforma de todas estas cuestiones pensamos que debería ser el quehacer de un ente que pretende servir al desarrollo de Ceuta y para ello debe escuchar más voces intentando al menos incluir otros puntos de vista y no conformarse con la pobreza intelectual de los voceros de los partidos políticos o de los asociados al poder.
Aquí se incluyen una pequeña parte de las reflexiones que hicimos a petición del IEC (Instituto de Estudios Ceutíes) que solicitaba a sus miembros participación ante la inquietud del gobierno municipal por aportar ideas que mejoraran Ceuta en todos los ámbitos sociales, económicos y ambientales. Nos vamos a ceñir en estas líneas a las modestas aportaciones en relación a la cuestión ambiental, pesquera y turística. Esperemos que el señor Carlos Echevarría este al tanto de la prensa local y pueda leer y hasta intentar en un futuro incorporar ideas y realidades que ya están en marcha en la Ceuta real.
En relación a la conservación de la biodiversidad y de los hábitats naturales hay que poner de manifiesto el enorme tiempo que se ha perdido en Ceuta pues su territorio emergido y sumergido se encuentra en gran medida sin la ordenación pertinente que proteja y gestione convenientemente sus recursos naturales. Actualmente cuenta con dos grandes espacios protegidos siendo uno de ellos litoral y marino y el otro exclusivamente terrestre. Pronto podrá contar con tres nuevos espacios marinos que ya se están tramitando ante el MITECO. Lo hemos explicado en la prensa, sobretodo a través del periódico decano de la ciudad ya que lo hemos intentado sin éxito ante el actual consejero de Medioambiente (por cierto la señora Chandiramani hasta hace bien poco tenía todas las competencias de esta crucial área y no hizo el menor caso de nada de lo que estamos exponiendo aquí); parece que la prensa es el único medio viable para que los responsables municipales se enteren muchas veces de estas cuestiones. No definitivamente la cuestión ambiental no está en la agenda política de Ceuta y esto será un gran lastre de cara a las subvenciones europeas del futuro. Por lo tanto sorprende y mucho que se quiera plantear la figura de una nueva reserva marina, como está reflejado en ese documento de proclamas del ayuntamiento al que hemos estado aludiendo, cuando la ciudad pronto contará con tres nuevas zonas protegidas dentro de la red Natura 2000, además de la ya existente y lo está realizando el Estado central a petición del Museo del Mar de Ceuta, contando con la participación de investigadores ceutíes en el grupo de expertos que elabora propuestas para la ampliación de las Áreas Marinas Protegidas en las costas españolas. El mentado museo del mar también tuvo un papel activo y comprometido en el inventario español de hábitats marinos donde el mar de Ceuta y sus fondos quedaron muy bien reflejados; el documento publicado por el Ministerio en este sentido está inundado de imágenes de los fondos marinos de nuestra querida ciudad.
Entiendo que es una de las cuestiones que se debería reformar a la mayor brevedad posible en el documento de medidas propuestas en el apartado de “Otras actuaciones-La presencia del Estado”. Por supuesto es obvio que debería ser atendido dentro del nuevo observatorio.
La ordenación de los espacios protegidos no debería esperar más tiempo pero se podría acometer desde la ciudad con muy poco quebranto económico para las arcas municipales. De hecho está todo detallado en el plan de acción de la Agenda 21 local de Ceuta que obra en poder del consistorio desde hace más de una década. De tener la intención de hacer algo por estas cuestiones y también sobre el resto del Medioambiente de la ciudad solo tiene que rescatar este documento y ponerlo al día. Aquí se recogen un gran número de iniciativas consensuadas con los agentes sociales pues fue el principal documento para llevar a cabo la Agenda 21 local de Ceuta.
Para las demás cuestiones ambientales de calado como son el ciclo del agua, el gasto energético, el tratamiento de los residuos, el territorio y su reforestación; el urbanismo, la movilidad, etc. Sería también de interés que se consultaran los informes elaborados por el observatorio de sostenibilidad de Ceuta que estuvo en funcionamiento durante unos años dirigida por Septem Nostra-Ecologistas en Acción. Cuando el señor Carlos Echevarría quiera se lo haremos llegar siempre que nos lo solicite.
La cuestión de la reactivación del sector pesquero no es asunto menor y moralmente obligado dado el acervo cultural del que hace gala Ceuta. Como le gusta declamar a nuestro dilecto alcalde “Ceuta es pequeña, bonita y marinera……”.
Sin embargo, estos asuntos pesqueros se deben abordar desde el conocimiento científico y la ordenación del litoral. Una buena disposición de las zonas marinas protegidas en coordinación con los estudios pesqueros darían un buen resultado y quizá podrían mantener una pequeña y saneada flota artesanal que se aprovechara de los excedentes pesqueros generados por el efecto de la protección de las zonas concretas. Así mismo, deben abordarse proyectos de investigación de caladeros de profundidad y diversificar así a un sector que está muy disminuido en la actualidad.
En la cuestión turística, Ceuta necesita una buena gestión de los fondos que se dedican a este cometido y una mayor optimización de la empresa de servicios turísticos. La apertura del Museo del Mar frente al muelle de cruceros debería ser una prioridad turística para servir tanto a la sociedad de Ceuta como para ofrecer alicientes de ocio cultural a los turistas. La ruta para visitar grandes osamentas de cetáceos situadas en lugares emblemáticos de la ciudad será otro de los atractivos que pueden incentivar este tipo de turismo interesado por conocer un patrimonio natural marino único que constituirá una exposición permanente al alcance de todos. Por último, debo indicar que el turismo no debe costar dinero sino generarlo así que por favor hagan un acto de reflexión en considerar esa compra de billetes de barco y fomenten todo el patrimonio natural e histórico que tenemos para conservarlo, estudiarlo y ponerlo a disposición también del turismo inquieto y culto.