Han sido muchos años de luchas y peleas por conseguir que se hiciera justicia. Muchos años porque, sobre todo, se aclarara la situación en la que se encuentran Ceuta y Melilla en cuanto a la libre circulación de las personas cuyas solicitudes de asilo han sido admitidas a trámite. Esa libre circulación se les vetaba en base a criterios policiales, marcando una diferencia y discriminación respecto a asilados de cualquier otro punto de España y marcando por tanto una diferencia en dos ciudaades que pasaban a convertirse en una especie de centros de reclusión. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha mostrado su profunda satisfacción por este fallo del Tribunal Supremo después de casi 30 años de reivindicación a las autoridades españolas sobre la ilegalidad de retener a los solicitante de asilo en ambas ciudades autónomas y numerosas sentencias a favor. Ha habido solicitantes de asilo que se han quedado bloqueados meses y meses en Ceuta simplemente por el hecho de estar aquí, viendo como otros compatriotas sí tenían facilidad de movimientos. Eso ha generado un problema para la propia ciudad y para ellos, provocado por un concepto erróneo que venía a justificar que, una posición distinta provocaría un efecto llamada. La decisión adoptada por el Supremo va a impactar positivamente en la vida de miles de personas que se han visto privados de muchos derechos que les corresponden por su condición de solicitantes de asilo y que, a pesar de sentencias judiciales favorables, estas nunca se llevaban a efecto ni se ejecutaban hasta que por fin se ha producido este dictamen del Alto Tribunal que debe ser respetado.