Agentes de la Guardia Civil de Ceuta intervinieron en la tarde de este domingo 96 kilos de hachís a bordo de una moto acuática que intentaba protagonizar un pase de droga que terminó siendo abortado por efectivos del Servicio Marítimo del Instituto Armado. En el operativo también participaron agentes de la Compañía de Ceuta y de las investigaciones posteriores en torno a la moto intervenida se hará cargo la Policía Judicial, al objeto de concretar si cabe relación con otro tipo de episodios delictivos vinculados al tráfico de drogas.
Tanto la moto de agua como la droga fueron trasladadas a la base del Servicio Marítimo remolcadas por una de las unidades del Instituto Armado, allí se llevaron a cabo las labores de pesaje y recogida de la mercancía de cuyo análisis se hace cargo el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno. Los agentes han practicado la detención de una persona pero por supuesta colaboración, no por ser el autor de este pase de hachís abortado.
Persecución hasta el Sarchal y desaparición en la orilla
El servicio tuvo lugar en torno a las 18:00 horas cuando observaron la moto en la zona de Santa Catalina. El piloto, al percatarse de la presencia de los agentes, realizó maniobras evasivas arrojando en su huída 4 fardos de arpillera, que fueron recogidos del mar, iniciándose una persecución que terminó en el Sarchal, donde quedó en su orilla la moto escapando el piloto del lugar.
El detenido por colaboración estaba con su coche esperando al piloto y estuvo a punto de atropellar a guardias civiles de la Compañía que participan en este servicio. Escapó con el piloto pero 15 minutos después se localizó el coche en una de las fincas de la carretera del Monte Hacho, en donde se detuvo a Y.H.Y-L., nacido el año 1982, natural y vecino de Ceuta, por los presuntos delitos de desobediencia grave, atentado contra agentes de la autoridad y contra la seguridad vial.
Por parte desde la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta se están realizando las oportunas gestiones encaminadas a la localización y detención del piloto de la moto acuática intervenida.
El verano y el uso delictivo de las motos de agua
Llega el verano y se le multiplican los problemas a la Guardia Civil debido al uso perverso que se hace de las motos de agua para la comisión de delitos por parte de algunos individuos. Tráfico de drogas, pero también de personas: el objetivo es ganar dinero llevando a cabo pases lo más rápido posible. Cargar una moto de agua con fardos de hachís es una de las opciones para hacer llegar la mercancía a las costas peninsulares, y el camuflaje del verano es lo mejor.
Esto vehículos acuáticos aprovechan la presencia de gran cantidad de embarcaciones para llegar al otro lado, fingiendo también participar del ocio veraniego cuando en su ánimo está la comisión de delitos como sucedió ayer, en este caso con un intento de tráfico de drogas. Y los puntos de salida son variados, cualquier lugar de la costa en donde se oculta previamente el hachís, como el que intervino la semana pasada la Policía Local en el Sarchal: 27 tabletas preparadas para su traslado a la Península en alguna pequeña embarcación, se sospecha en una de estas motos de agua.
Pero la Guardia Civil sabe que también empieza el periodo pretendido para la introducción arriesgada de personas que protagonizan pases ejecutados en cuestión de minutos bordeando los espigones de Benzú o Tarajal. El pasado verano la presión fue constante, sobre todo protagonizada por súbditos argelinos o marroquíes. Con el cierre de fronteras, el agotamiento de la vía terrestre hace temer un desvío a la marítima.
La guardia civil como siempre molestando y criminalizando a estos trabajadores..... polisia mala.