Es sin duda el objetivo estrella de la legislatura en el ámbito medioambiental y está trayendo cola. El Plan de Residuos ya está redactado. Han sido necesarios muchos meses de trabajo en un consejo sectorial que ha desgranado las características de la ciudad y las mejores fórmulas para gestionar la política de residuos a llevar a cabo. Ahora el Gobierno tendrá que decidir, tras la exposición pública del informe se sostenibilidad y la resolución de posibles alegaciones, cuando se aprueba. Si no pudiera estar en esta legislatura, la previsión es que se le de luz verde en el primer pleno de la próxima. Bel ha destacado que por fin se ha sacado del cajón un objetivo fundamental para avanzar y que llevaba apolillado desde el año 90 en las previsiones políticas de la Ciudad. No se ha dado mucho detalle sobre el mismo. Tan sólo que se ha redactado un plan que tiene en cuenta tanto la afectación social como la medioambiental, así como la sostenibilidad económica siempre pendiente de la tranquilidad de la ciudadanía ya que se desechó la incineración casi desde el primer momento. Estará sujeto a unas tecnologías que permitan el reciclaje para aprovechar los residuos y tendrá en cuenta la evolución de la población ceutí sin sobredimensionar las previsiones.