Indignación. Todo el que conoce a Jamal y supo que había sido víctima de tan salvaje agresión pedía justicia. Los vecinos de la plaza Ricardo Muñoz conocen a este sin techo desde hace años y le aprecian, porque agradece cualquier ayuda que se le preste.
Quien más quien menos se acuerda de él para darle algo de ropa, unas monedas para un bocadillo, una ayuda... A diario se le ve transitar por el centro: Revellín, calle Real, el entorno de la plaza convertida en su propio ‘hogar’...
Las circunstancias de la vida le llevaron a dormir en la calle y esto le ha provocado varios intentos de agresión que han llegado, en ocasiones, a materializarse. Uno de ellos es el que se produjo el pasado viernes, cuando cinco personas le prendieron fuego y escaparon después al Poblado. La Policía busca a los implicados en este atentado y cuenta ya con los rasgos facilitados por Jamal. Ahora sólo queda detenerles, saben que alguno de los implicados en este intento de quema le había agredido con anterioridad. Jamal les conoce y alguno de ellos conoce a Jamal.
Ayer, el PSOE condenaba la agresión, aprovechando para hacer hincapié en el abandono en que se encuentran las personas en riesgo de exclusión social. “Nos preocupa que en Ceuta superemos la brecha social e índice de pobreza a nivel nacional con un 35% y el gobierno del PP siga sin actuar en consecuencia. Ello nos reafirma en nuestro empeño por adoptar nuevos mecanismos legales que garanticen nuestros derechos e impidan a toda costa cualquier tipo de rechazo y exclusión”, indicaba el partido en un comunicado .
El PSOE reclama la “colaboración de las administraciones públicas, de los agentes sociales y de la ciudadanía en general para rechazar y perseguir la violencia pues es la más lamentable versión de la discriminación, para luchar contra la pobreza en nuestra ciudad pues es cauce principal para la exclusión, para procurar el respeto y la convivencia pues es la única forma de ser de una ciudad como la nuestra”. “El silencio y la indiferencia nos hace cómplices”, apostilla instando a la unión en esta condena.
Los excluidos y la inseguridad
Lo que le ha sucedido a Jamal Abderrahamin integra un cúmulo de inseguridades a los que se ven enfrentados los sin techo. Personas que viven en la calle, duermen en cualquier recoveco y se enfrentan a quienes buscan en su agresión una forma de divertirse. Es lo que hicieron los implicados en la quema de Jamal. Las administraciones no aportan soluciones para una problemática que tiene rostros y que se traduce en la existencia de mil y una situaciones con las que a diario puede toparse cada ciudadano.