El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en su sede en Granada ha estimado el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de los nueve inmigrantes subsaharianos que fueron condenados por la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta a año y medio de prisión tras la entrada por el vallado ocurrida el 26 de julio de 2018. En dicho recurso se pedía que no se ejecutara la entrada en prisión de estas personas, como así ordenó la Audiencia, al considerar que se les debía de ofrecer otra oportunidad después de haber reconocido los hechos y aceptar una conformidad. Ahora el TSJA ha estimado su recurso contra la sentencia de octubre de 2019, acordando así la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad durante un plazo de tres años. Si en ese periodo delinquen entrarían en la cárcel, de acuerdo con el dictamen confirmado por el Alto Tribunal a El Faro.
Los afectados por esta condena están en la Península, salvo uno de ellos, y desde su entrada en 2018 habían permanecido en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta bloqueados porque existía un procedimiento judicial en su contra. La sentencia dictada por el tribunal de la Sección VI contemplaba una condena por delitos de daños agravados (1 año) y desorden público (seis meses). Además se les impuso una multa de un mes a 3 euros diarios por cada uno de los guardias civiles por 18 delitos leves de lesiones. La sentencia nunca fue por saltar la valla como se ha mal interpretado sino por los daños y el desorden público. Los condenados lo aceptaron pero estuvieron disconformes con la medida de no suspensión de la prisión, acordada a pesar de que no tenían antecedentes.
La Sala acordó no suspender la pena por las circunstancias en que se produjeron los hechos y por la falta de arraigo en el país de los condenados. De suspenderse, explicaron, debería garantizarse que los subsaharianos pudieran pagar las indemnizaciones y esto no quedó claro por lo que la Sala acordó esta medida que ahora tumba el TSJA pero con la medida provisional de la suspensión durante un periodo de tres años.
En su auto, el TSJA recoge que "las acusaciones se mostraron expresamente conformes con que el ingreso en prisión de los acusados quede en suspenso, de manera que no se cumplan las penas de esa índole salvo que se aprecie en el futuro la concurrencia de alguna de las causas de revocación previstas en el art. 86 del Código Penal y, pese a esta ausencia de oposición al beneficio interesado por las defensas" y por ello "la Sala sentenciadora ha acordado el cumplimiento efectivo de la prisión, lo cual, insistimos, debe ser considerado contrario al principio acusatorio íntimamente ligado al derecho a la tutela judicial efectiva que reconoce el art. 24.1 de la Constitución".
El Tribunal dio por probado que sobre las 6.00 horas del 26 de julio de 2018 existió en Ceuta una acción premeditada con empleo de cizallas, lanzallamas, piedras y botes con cal viva y heces por parte de los condenados para cruzar el vallado. Esa entrada la protagonizaron 602 subsaharianos que venían de Marruecos. Las personas estaban organizadas y coordinadas por el acusado, alias ‘León’, y el lugarteniente, alias ‘Escorpión’. Se dividieron en tres subgrupos delimitados que eran dirigidos por ocho jefes para entrar en Ceuta a la altura de Berrocal, usando la fuerza contra las cosas y la violencia contra las personas. Estos inmigrantes llevaban radiales eléctricas portátiles que les facilitó la organización con las que cortaron la valla y así violentarla para cruzar sin la necesidad de saltar. Una vez que accedían a España, para alterar el orden y la paz social, los acusados dieron directrices al resto para usar la violencia contra la Guardia Civil.
En total resultaron heridos un total de 18 agentes de la Benemérita con diversas lesiones y además hubo otro tipo de daños, como los 10.500 euros que se gastó en arreglar el vallado, 556 euros que costó el daño causado en un vehículo oficial; en ropa y material se sufrieron mas de 2.000 euros en daños y se registraron más en material físico.
La ley a de ser dura, si no dejará de ser efectiva.
Como ya ha dejado de ser la.
¿Estos señores subsaharianos fueron los que entraron de manera legal, pacifica y respetuosa en España, para buscarse un futuro mejor y contribuir con su esfuerzo y trabajo a levantar al país que los acoge, y que fueron muy mal recibidos por unos violentos, salvajes e inhumanos uniformados?. ¡¡¡¡Como está el mundo!!!!.
Estos jóvenes merecen más, mucho más, y no sigo por lo de delito de odio.
Púes a la calle inmediatamente y a por el IMV.
Esa sentencia del TSJA, tiene un efecto llamada: " ¡ Podéis venir, asaltando la valla, agrediendo a los guardias civiles, con todo tipo de artilugios, incluyendo antorchas y heces humanas, que aunque te detengan, los jueces después te ponen en libertad, y mientras tanto, te dan ropa, alojamiento, asistencia sanitaria gratis y hasta una paguita mensual. España es el paraíso; no lo penséis, hermanos, venid, que esto es la gloria y es más, hasta la gente se pone de nuestro lado"! ¡¡ Dios, hasta donde hemos llegado!!
Que contentos tiene que estar los guardias civiles.
La próxima vez mejor les ponemos una alfombra y les damos bocadillos y refrescos
Bravo por la justicia española. Entran empleando violencia agrediendo y se les premia? En breve pues el ritual de salida programada a la península y a seguir manteniendo gente como está que vienen aportar y ayudar al sistema de la seguridad social para pagar pensiones
Oleeeeee!!!!!
Viva España, semos lo mejón!!!!!
Paraíso delincuencial