Más adelante se contará con teléfonos de emergencias a lo largo de ese camino, de alrededor de 1.400 metros. Así lo explicaron ayer fuentes de la Consejería de Economía, cuyos trabajadores del Plan de Inserción y del Plan de Empleo trabajan en esta actuación.
La idea con la que se está llevando a cabo esta adecuación de casi kilómetro y medio es que se toque “lo menos posible” el paisaje del lugar, pero haciéndolo de igual manera seguro. Por ello, los caminos no serán de hormigón, sino de tierra (exactamente de albero reforzado con cal), y en los únicos lugares en los que se instalará barandilla, ésta será de madera.
Los altavoces, que tendrán una forma que simula una piedra, ya están encargados y se instalarán después de que lleguen. La idea es que se reproduzca un sonido ambiente y no un hilo musical, para que se aumente la sensación de estar en medio de la naturaleza.
Además, el camino se iluminará de manera suave para que, quienes deseen recorrerlo por la noche, puedan hacerlo con seguridad. Durante los meses de invierno, el parque permanece abierto en horas en las que ya se hace de noche, así que esta instalación eléctrica permitirá pasear con más seguridad.
Para que esta sensación sea más exacta, otra de las medidas que se tomarán será la de instalar telefonillos de emergencias. “Aunque siempre habrá vigilancia, porque habrá una persona encargada de ello, da mucha más sensación de seguridad el tener un telefonillo a unos metros y poder pedir ayuda en cualquier momento”, indicaron desde la Consejería. Se estima que pueden llegar a ponerse en torno a veinte teléfonos.
La adecuación de estos senderos está siendo más complicada de lo que se pensaba en un primer momento, debido a que llevaban unos diez años sin ninguna intervención. Por ejemplo, en algunas pendientes de la ladera ha sido necesario reforzar la tierra con un mallaje y hormigón.