Entiendo que este problema de los comités para buscar una salida futura a la estructura económica de Ceuta tiene en el fondo una negatividad política, una negatividad de protagonismo, una negatividad de absurdos que es muy difícil de entender.
Pero lo que sí parece preocupante es la actitud de la Delegación del Gobierno que, bajo mi prisma, está cometiendo una serie de errores imperdonables no ya por sus propios protagonistas sino porque es malo para los intereses de Ceuta.
¿Qué hace la Delegación convocando una mesa de diálogo donde no está representada la Ciudad Autónoma de Ceuta? Seguramente, la primera pregunta que deberíamos hacernos sería si la propia mesa de diálogo tendría que existir cuando ya hay una formada en la Ciudad Autónoma.
Esfuerzos
Duplicar esfuerzos es absurdo y más si todos quieren llegar al mismo puerto, que, de entrada, se supone que es así. Pongo la mano en el fuego, a lo mejor me equivoco, pero veo detrás una verdadera jugada política a la que no le encuentro ningún objetivo, salvo el intentar boicotear al Gobierno autonómico.
Y la delegada del Gobierno, como representante de la Administración General del Estado, no pienso que esté para estas peleas de alcantarilla de una actividad de la que muchos quieren huir.
Una mesa convocada por la Delegación donde no está la Ciudad Autónoma
Pero bueno, si se decide la convocatoria de una mesa de diálogo y no existiera ninguna carta oculta bajo la bocamanga, lo normal estaría en haber convocado a la Ciudad Autónoma para que estuviera presente.
No se entiende una mesa que quiere buscar una salida económica para la Ceuta del futuro sin la presencia de la representación genuina de los ceutíes que es el Ayuntamiento y no la Delegación del Gobierno. Ahí, a lo mejor, radica la confusión.
La Ciudad Autónoma es la representación de todos los ceutíes tras que los mismos depositen su voto. La Delegación del Gobierno es la representante del Gobierno de Pedro Sánchez en Ceuta. ¿Ven la diferencia?
Polémica
Pero hay muchos más absurdos en toda esta polémica de la asistencia o no de los sindicatos a una mesa y no a otra. En las decisiones de UGT y Comisiones, quien lleva la voz cantante es Juan Luis Aróstegui, quien quiere sí o sí que sea Juan Vivas el que presida las reuniones de ese comité.
Por esta razón defiende que el sistema de trabajo entiende que no es el correcta. Cosa distinta es que ahora en esa lucha, de muchos años a esta parte, entre Aróstegui y Vivas también hubo épocas de entendimiento, se apoye en estos momentos en la Delegación del Gobierno.
Hasta se preocupan que estén presentes los dos tránsfugas que se fueron de Vox
Y a la Delegación le viene estupendamente para fastidiar a la Ciudad Autónoma como se ha demostrado en multitud de ejemplos, a lo largo y ancho de estos dos meses de vigor del Estado de Alarma.
Delegación está aprovechándose de Aróstegui y Aróstegui de la Delegación del Gobierno. Ambos se están dando la mano porque han encontrado un enemigo común por llamarle de alguna manera.
Sin embargo, lo que sí demuestra ya un anacronismo absoluto es lo manifestado por el representante de la Delegación en ese comité de expertos que preside Carlos Rontomé, concretamente el asesor del gabinete técnico, Roberto Rodríguez Calderay.
Esto es para nota. Nota que no necesita ni siquiera la selectividad para entrar en la Universidad. Un asesor de un gobierno socialista que se preocupa por la ausencia en las reuniones de los dos diputados tránsfugas de Vox.
Vamos, que pidió que debería convocarse también a los dos diputados que se marcharon de Vox hace unos meses. Es como si te invitan a una casa y le dices al anfitrión que falta alguien y le exiges que venga. Sería considerado, como mínimo una descortesía, si detrás no hay una jugada como la hay.
Lo mejor sería que hablaran los que tienen que hablar, no estamos para perder tiempo
Desconozco si esta apreciación la realizó a título individual como asesor o llevaba ya alguna indicación para que lo introdujera en la reunión del pasado lunes.
Llevamos muchos meses hablando de esos contactos, de cualquier manera, entre el socialismo ceutí y los dos tránsfugas que se fueron de Vox. Incluso se llegó a hablar de que estaban ahí para apoyar un posible voto de censura contra Juan Vivas, algo que desmintió en su momento el propio Manuel Hernández.
Nunca se pudo probar salvo el que normalmente votan estos dos diputados con las tesis que pregona el PSOE en la Asamblea. Sin embargo, se desconocía esta relación especial con la Delegación del Gobierno, salvo que la petición del asesor de la delegada fuera por una enajenación transitoria.
Lo mejor sería que hablaran los que tienen que hablar, que nos dejemos de gaitas porque al final, por mor del protagonismo de algunos, los perjudicados son Ceuta y los ceutíes. No estamos para perder el tiempo y menos en estos momentos.
Un comité,'dos comités,
Doscientos invitados, trescientos asesores, al final tanta sabiduría abruma y el resultado está ahí. ? Que es lo que hay? No hay nada.
Solo la pandemia .