La industria del TURISMO en España que supone un veinte por ciento del PIB de nuestro país y que el año pasado recibió a más de ochenta millones de turistas extranjeros, que dejaron en España más de 80.000 millones de euros, con decenas de miles de puestos de trabajo dependientes de esta actividad, se encuentra en serio peligro. Las declaraciones del inútil Ministro de Consumo, el señor Garzón, que lo califica de estacional y precario y de bajo valor añadido, declaraciones que no hay por donde cogerlas y que perjudican a cientos de miles de empresarios y trabajadores, turismo que es el santo y seña de España y reconocido internacionalmente por su calidad e infraestructuras. Este señor, por decir algo, no tiene ni idea de lo que lleva entre manos y así nos va, otro más de los inútiles que hoy nos gobiernan.
Si a esto añadimos la cuarentena forzosa decretada por el Gobierno a todos los que quieran acceder a España tenemos la tormenta perfecta, que va a llevar a la ruina a este fundamental, desde hace años, sector de nuestra economía.
Señor Garzón, por decirle algo, rectifique y diga que se le ha ido la cabeza porque, además, no tiene razón, España es el segundo país del mundo en el ránking de oferta turística y de visitantes, o mejor, dimita y al Gobierno que creo lo ha hecho por la seguridad sanitaria, modifique y rectifique esta decisión, hay otras medidas que ese Comité de expertos, que nadie conoce, podrán aconsejar para no enterrar junto a las víctimas de la pandemia al sector del turismo que tanto progreso y bien para nuestra economía ha hecho en los últimos cuarenta o más años.