Funcionarios del Centro Penitenciario de Los Rosales requisaron droga y un móvil a un interno de este establecimiento que había llegado de permiso.
La droga, concretamente un cuarto de kilo de hachís, y el móvil, fueron interceptados por dos funcionarios.
El interno, que tenía una condena de nueve meses por un delito contra la salud pública, estaba cerca de la libertad, aunque tras esta actividad ilícita pasará del segundo grado en el que estaba al primero. Así, la penitenciaría ceutí comenzará 2011 con una única persona en primer grado, el interno en cuestión.
De esta manera, el preso del centro penitenciario sorprendido con droga y móvil en el interior de este establecimiento penitenciario tiene ahora una pena agravada por traficar en la prisión.
La vuelta de los permisos es uno de los momentos que utilizan algunos presos para intentar introducir droga en el interior de las prisiones. En algunos casos sólo es para consumo propio pero en otros también tiene como objetivo la venta de estas sustancias estupefacientes a demás internos del mismo establecimiento penitenciario. En ocasiones, la droga también es interceptada en el registro de celdas, donde a veces los funcionarios no sólo encuentran droga sino también otros elementos prohibidos en los centros penitenciarios, como los teléfonos móviles.