Aunque el freno al comercio internacional es patente, el contrabando de drogas sigue siendo uno de los frentes a combatir en Marruecos. Prueba de ello es la operación conjunta por parte de la Policía Judicial del Puerto de Tánger-Med que, junto a agentes de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) han incautado hasta 66 kilogramos de droga: 40 de hachís y otros aproximadamente 26 de cocaína que viajaban dentro de dos camiones de transporte internacional que iban a embarcar.
Los servicios de aduanas han sido los que han dado el alto, este lunes por la mañana, a estos camiones que inspeccionaron posteriormente. Uno de los camiones según revelan medios locales como Tanja24, estaban “a punto” de abandonar suelo marroquí al embarcar en uno de los ferris que siguen haciendo la conexión con territorio europeo, en este caso con el puerto de Algeciras.
Por parte del segundo camión, que llevaba la cocaína, esta se escondía en un hueco oculto y según las mismas fuentes locales, la droga estaba destinada a ser contrabandeada en Marruecos y distribuida por el territorio del reino alauita.
Tras las investigaciones pertinentes y la incautación de la droga se procedió a la detención de los dos conductores, que quedaron bajo custodia policial mientras las investigaciones para averiguar si actuaban bajo órdenes de una red internacional continúan.
La nueva ruta de la ‘coca’
Que uno de los camiones portase 26 kilos de cocaína no es una casualidad. En los últimos meses, se está desvelando la nueva ruta de las organizaciones internacionales de narcotráfico con origen en América Latina, de donde se contrabandea la cocaína. A raíz de la llamada Operación Doberman, con la que la Guardia Civil se incautó de hasta 1.255 kilos de esta droga y otros 390 de hachís. La operación, en colaboración con las autoridades marroquíes, se saldó con 51 detenidos.