El alumbrado navideño que ilumina las calles y se inauguró el pasado 1 de diciembre es el más contamintante de las 30 ciudades analizadas en un estudio realizado por la ‘Asociación pro derechos civiles económicos y sociales’ (Adeces).
Se trata del tercer año en el que se realiza, en cuya lista hay urbes representativas de todas las autonomías.
Ceuta sale malparada en la mayoría de las variables analizadas, pero en la que más diferencia se aprecia respecto al resto es en el consumo energético. Si se dividiera toda la energía entre el número de habitantes, a cada ceutí le tocaríán 2,16kWh/persona (kilowatios hora por habitante). Esta cifra es dos veces y media superior a la de la segunda en la lista (Melilla, con 90kWh/persona). Especialmente importante es la dfierencia respecto a Sevilla y Zaragoza. Cada ciudadano caballa consume lo que setenta y dos maños, lo que treinta y seis pamploneses, o lo que 43,3 bilbaínos.
Según Adeces, la media nacional de consumo por habitante se sitúa en 0,31kWh por habitante, e decir, un 34% menos que en el año pasado. Esto, según su análisis, tiene su raíz en “el esfuerzo realizado por los ayuntamientos al instalar alumbrado más eficiente”. En concreto se refieren a la iniciativa de varias ciudades de instalar alumbrado con tecnología que consume menos, como por ejemplo las famosas LED (una bombilla de este tipo consume un 80% menos de energía que una convencional).
Este dato tan negativo para Ceuta tiene además su traducción en el bolsillo de las precarias arcas municipales. Ese consumo se traducirá en un gasto por habitante de 7,63 céntimos de euro, mientras que la media nacional es de 4,24. En el otro lado, los bilbaínos sólo pagan 0,69 euros cada uno en el concepto gasto energético del alumbrado navideño de las calles. Sin embargo, en este aspecto la crítica de adeces es más dura porque muy pocos ayuntamientos han facilitado el dato de la factura de la luz, sólo doce de los 30 estudiados. En esta lista de doce, sólo Badajoz supera a la Ciudad Autónoma de Ceuta, con 12,49 céntimos de euro por habitante.
En el otro dato analizado en el estudio, el coste por habitante de instalación del alumbrado, la Perla del Mediterráneo se convierte también en una descomunal bombilla: cuesta 3,67 euros por persona, dato en el que sólo Melilla tiene peor comportamiento, 3,9 euros. En el punto opuesto, la cercana Puerto de Santamaría, donde las arcas municipales han puesto cero, habiendo sido costeado este aspecto por los comerciantes.
¿Hay algún dato positivo en este informe? Sí, rascando se puede sacar una buena lectura: una de las críticas feroces de este estudio es que casi estamos en la media de días en que está encendido el alumbrado navideño, 34,37 días. En la Ciudad Autónoma permanecen encendidas sólo 36 días. En la práctica, esto significa que las bombillas permanecen encendidas 252 horas en total, superadas por Tenerife, A Coruña, Málaga, e Ibiza.