El Consejo Superior de Ulemas, máxima autoridad religiosa en Marruecos, ha autorizado el entierro de las víctimas del coronavirus sin lavar sus cadáveres como medida para frenar la propagación de la pandemia.
La institución islámica presidida por el rey Mohamed VI, en su calidad de "comendador de creyentes", precisó en el texto de la "fetua" (dictamen religioso), al que EFE tuvo acceso este sábado, que el islam insiste en la protección de la vida de las personas.
"Como la operación de lavar a las víctimas mortales de esa enfermedad (...) supone un peligro para los encargados de esta tarea, el Ministerio de Sanidad puede tomar todas las medidas necesarias para frenar la propagación del virus (...), incluso la de enterrar los cadáveres sin lavar", precisa el escrito.
La "fetua" fue emitida en respuesta a una misiva del Ministerio de Sanidad que pedía la opinión de esa destacada institución religiosa oficial debido a que el lavado ritual de los cadáveres es una obligación religiosa en circunstancias normales.
A mediados del pasado mes, el Consejo emitió otra "fetua" que autorizaba al Gobierno a cerrar las 51.000 mezquitas del país (todas dependientes del Estado) como parte de una serie de medidas para parar el contagio del virus.
Estos dictámenes del Consejo marroquí de Ulemas forman parte de decisiones preventivas históricas tomadas por las instituciones religiosas oficiales en el mundo musulmán para frenar la propagación del coronavirus.
A mediados del mes pasado, Arabia Saudí suspendió, por ejemplo, las oraciones en todos los lugares públicos, incluidas las mezquitas sagradas de la Meca y Medina, y mantiene también paralizadas las peregrinaciones a los lugares santos del islam.
La prohibición afecta incluso a los propios saudíes y aún no se sabe qué ocurrirá con el hach, la gran peregrinación del mundo islámico con la que todo musulmán debe cumplir una vez en la vida y que este año está prevista para el mes de julio