Llegamos a la cuarentena. 40 días desde que se decretó el estado de alarma y desde que estamos confinados. Que haya cuatro nuevos curados más en nuestra ciudad hace que miremos con optimismo el momento de volver a la normalidad. No será fácil, pero tenemos que seguir para acabar con un virus que parece que ha encontrado cierta comodidad en nuestra rutina.
Los ciudadanos siguen saliendo a las calles de nuestra ciudad para realizar sus compras, las gestiones en las entidades bancarias o para pasear a sus perros. Salidas permitidas por parte del Gobierno en pleno estado de alarma. Aún así hay que recordar que el confinamiento se hace imprescindible, aunque cada vez cueste más, pero es una de las maneras más eficaces para combatir el COVID-19.
Para que sea efectivo, siguen los controles de las fuerzas de seguridad, que paran a todos los vehículos pidiéndoles a los ciudadanos que presenten la documentación preceptiva que justifica su presencia en nuestras calles. Las quejas continuas por parte de la población al haber una sensación de que había muchas personas que no estaban respetando el confinamiento ha hecho que se intensifiquen estos controles.
Además, siguen las labores de desinfección por distintas barriadas de nuestra ciudad. Uno de los lugares donde es más importante llevar a cabo esa labor es el Hospital Universitario y por eso allí los operarios estaban trabajando concienzudamente. Un trabajo que es muy valorado por parte de la ciudadanía, al ser una parte fundamental para la lucha contra el coronavirus.
Los servicios esenciales continúan, y dentro de ellos siguen las distintas obras de nuestra ciudad, como por ejemplo una de las más costosas para la Ciudad, la de la Gran Vía. Parece que poco a poco está llegando a su fin y pronto se podrá ver la remodelación completada.
En definitiva, un día mas de confinamiento. Pero sobre todo un día menos para poder salir a las calles y pensar que poco a poco todo volverá a la normalidad y pronto volveremos a estar con nuestros familiares y amigos.