Los cientos de litros por metro cuadrado que cayeron en nuestra ciudad durante varios días seguidos hace unas semanas han permitido demostrar que los trabajos efectuados por la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos para poner fin a los denominados “puntos negros” fueron un verdadero éxito. Fueron unas inversiones que se realizaron, la mayor parte de ellas durante los años 2009 y comienzos del presente.
La de mayor envergadura se efectuó en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por un valor global de dos millones de euros. El objetivo de esos trabajos fue el encauzamiento del arroyo Benítez-Guillén, donde con lluvias torrenciales se ha llegado a ver coches arrastrados y gente con el agua por la cintura.
Inversiones directas
Por su lado, las inversiones directas realizadas por la Ciudad Autónoma en cuanto a volumen de inversión, las más importantes fueron las del Paseo de las Palmeras y el polideportivo Diaz Flor con un gasto total de setecientos mil y seiscientos mil euros, respectivamente.
En el primero se colocó un nuevo colector de seiscientos milímetros, independiente de la red que ya existía .
Y en el caso del Díaz Flor, que sufría un problema crónico de inundaciones se han encauzado asimismo todas las aguas.
Por un valor de cuatrocientos mil euros se han acometido actuaciones en el arroyo Paneque, en el canal de recogida de aguas fecales situado frente al Puerto pesquero y en la restauración de las instalaciones de impulsión donde se han colocado sistemas de autocontrol que avisan de averías y otras incidencias en la red mediante mensajes de móvil en tiempo real.
Por su lado, el resto de las obras se concretaron en los Polígonos industriales de la Chimenea y el Tarajal por valor de seiscientos mil euros, en la Almadraba con ciento ochenta mil euros, frente al Mc Donald,s con noventa mil y en los bajos del Mercado Central por ciento diez mil, junto a los taludes de Juan XXIII por trescientos mil euros.
A ello habría que añadir los trabajos que durante un año se realizaron en distintas calles del Distrito 1, donde además de las nuevas redes de abastecimiento y saneamiento se hicieron también unas independientes de pluviales.
Unas obras de gran importancia que vinieron a sustituir redes que tenían una antigüedad de noventa años aproximadamente.
Problemas
La misma consejera de Medio Ambiente llegó a reconocer en su momento que estos puntos críticos causaban no solamente problemas de tráfico y en el tránsito de peatones, sino que en ocasiones ponían en peligro y en riesgo la seguridad de las personas de algunas viviendas cercanas.
Cuando en estos últimos días se ha vuelto a realizar un análisis sobre esos cientos de litros, el equipo de gobierno ha vuelto a felicitarse por la buena respuesta que tuvieron en su momento estas obras decretadas de urgencia y emergencia.
Ello no quita para que se hayan detectado otros puntos críticos recientemente, aunque considerados de menor importancia que aquellos, sobre los que existe la voluntad, tal y como reconoció la misma Yolanda Bel, de actuar con la misma celeridad.