Se nota que es jueves, aunque como no paran de recordar durante las comparecencias del Comité de Gestión Técnica del Coronavirus, “todos los días parezcan lunes”. Lo que es indudable es que el día de la marmota ya alcanza la edad del pavo: 12 días de estado de alarma, de confinamiento, de salir para lo estrictamente obligado.
Fuera, por momentos, la imagen recuerda a Chernóbil. Si uno se pasa por la barriada de Hadú, se puede encontrar a varios tipos embutidos en trajes blancos y con una manguera de líquido desinfectante con la que van repasando escaleras, esquinas, todo. Parece como si en la ciudad hubiera ocurrido una catástrofe pero sin ocurrir nada. Todo está como hasta hace tres semanas.
En el centro, operarios de Trace con sus cascos y un carrito con una especie de bidón en el que se puede leer en letra bien grande 'Desinfectante' se encargan de enchufar la manguera a todos los rincones de Ceuta. Una ciudad que se limpia y desinfecta más que nunca.
Compras, compras y más compras. Hay algo distinto en el ambiente. No es por el primer día despejado después de tanto gris. No es por el fin de la pandemia.
Es porque se acerca el fin de semana, aunque parece que se acerca el fin del mundo: unos con los carritos de la compra llenos; otros con varias bolsas a punto reventar. En el Mercado Central es más complicado guardar las distancias, pero se intenta: en algunos pasillos, por unos segundos, todos se saltan la distancia de seguridad de metro y medio que impone Sanidad. Aunque ya ha penetrado en la cabeza de casi todos la idea de llevar guantes. Muy pocos llevan las manos desnudas.
Y en los balcones, cada vez más banderas de España como si fuese la final de un Mundial. Porque parece que al virus más que ganarle con medidas de higiene, se le gana con la moral. Por eso tantos mensajes de ánimo y apoyo mutuo.
Ya casi camino de la mitad de nuestro encierro voluntario, vuelven a aparecer viejos éxitos en esta particular guerra de lemas: "Tómatelo con calma y quédate en casa". O nuevos hits como ‘Sois nuestros héroes’ que sin duda, cuando pase este lunes, seguro que seguirán estando en los balcones.
De verdad, que después de lo que hemos visto en China, nos asombre que dos hombre vayan enfundados para protegerse, es de pura broma, es el nivel del periodismo en España.
Anda y echarle un ojo a la imagen es de China.
Aquí los únicos fantasmas son los políticos que no valen para nada.