Las clases en los colegios se pararon el pasado viernes, cuando las medidas del Gobierno por el coronavirus impedían abrir los centros. En un primer momento iban a ser los docentes los únicos que irían pero finalmente todo quedó cerrado. La solución ante estas dos semanas antes de las vacaciones de semana blanca y Semana Santa, la vía telemática.
La medida era necesaria, sobre todo para que los alumnos tanto de colegios, institutos y universidades pudieran seguir con su día a día escolar. Hubo mucha incógnita en algunos sectores a la hora de hacerlo, pero finalmente todo se solucionó.
Desde este lunes, las horas de trabajo tanto para docentes como para escolares están bien marcadas. Por la mañana horas de deberes y estudios, no adelantando materia pero sí reforzando lo ya aprendido.
Los maestros están utilizando diferentes plataformas para llegar hasta los escolares y estos están respondiendo de la mejor forma posible, realizando estas tareas.
El trabajo conjunto está funcionando y no sólo sirve para mantener el ritmo de clases, sino también es una forma de pasar más horas en casa sin aburrimiento.
Es un deber por parte de ambas partes y todos están concienciados para realizar las actividades. No sólo se hacen a través del ordenador, sino que otras se hacen a mano. Dibujos, sumas, restas, redacciones, entre otras, son las actividades que se están realizando estas jornadas laborales a distancia.
Algunos docentes lo hacen en forma más individual y otros colectiva, pero siempre con la misma finalidad de no perder el ritmo de clases y que los escolares puedan reforzar lo aprendido.
Desde bien temprano se escucha el “vamos a empezar las clases, pasamos lista” como en el instituto Almina, o “tenéis que hacer la página 45 el ejercicio 3 de matemática” como en el CEIP Rosalía de Castro. Todo vale para llegar al alumnado y que ninguno deje de hacer sus tareas.
Los más mayores, 2ª Bachillerato o universitarios estaban más acostumbrados al manejo de las plataformas ‘on-line’ pero ahora les ha tocado a los pequeños, que sin embargo también han respondido a la perfección.
El confinamiento no va a impedir que los estudiantes pierdan clases, para eso los docentes han puesto todas sus herramientas para llegar a sus casas.