Los marroquíes que se han quedado atrapados en Ceuta no saben cuándo podrán volver a su país. Este viernes han estado deambulando por distintos puntos de la ciudad sin saber realmente qué hacer. De la frontera les mandaron a la Delegación del Gobierno en donde no les recibieron. Desde allí, con sus coches, acudieron a la explanada del Chorrillo para esperar el momento en que Marruecos autorice su salida hacia su país de origen.
Son los protagonistas de una situación inesperada, de algo que pensaban que no iba a suceder. Algunos se han sentido engañados porque al comprar los billetes de barco en la Península les dijeron que les daría tiempo llegar a Marruecos. No fue así. Ahora bloqueados solo quieren marchar a su país, en Ceuta nadie les da solución porque la decisión de cierre ha sido adoptada según ha elegido el propio reino vecino.
El Chorrillo, o mejor dicho su explanada, se ha convertido en el lugar de estancia para todos ellos hasta que les toque el turno de poder marchar ya que ha habido una autorización expresa para dejar salir o entrar a los que habían quedado atrapados a ambos lados de la frontera. Mientras las familias intentan pasar el tiempo como pueden, pasando las horas hasta que sea posible regresar a su país.
Ser alguien invisible no gusta, menos a los que no tienen culpa de haberse quedado en España porque la decisión del cierre de la frontera se tomó en cuestión de horas. Muchos tienen solo ganas de volver a ver a sus familias, algunos se desesperan porque tienen a su gente querida enferma y ven que no pueden marchar a Marruecos y que las soluciones que les dan no vienen marcadas por la celeridad debida. Son protagonistas de una medida extraordinaria, urgente, provocada por el coronavirus.
que llamen al consulado marroqui de Algeciras o de otra ciudad , creo que por estas cosas estan alli , estos lo que hacen es : culpar al perro y dejar al lobo en paz.