Las fuertes precipitaciones de ayer han dejado un balance de 97 litros por metro cuadrado hasta las 18.00 horas de ayer, según las estimaciones de la Agencia Estatal de Meteorología.
Sólo hasta las doce del mediodía esta cantidad se situaba en 45 litros, aunque las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, indicaban que ya por la tarde la lluvia comenzaría a dar un respiro a la ciudad. Así fue ya que, sobre las seis de la tarde, las precipitaciones se mostraron más moderadas. Ello no implica que las nubes desaparecerán totalmente del cielo, ya que, si bien no acometerán con la fuerza de ayer, sí es cierto que se presentarán chubascos moderados e intermitentes.
El fuerte temporal situó a Ceuta en alerta naranja desde las 00.00 horas del lunes, prorrogándose durante toda la jornada “en previsión de que el frente pudiera ir a mayores”, explica el técnico de Protección Civil, Alejandro Vargas-Machuca. Una previsión que extendió dicha alerta hasta las 23.00 horas de ayer y que al parecer ni hoy ni mañana será necesario activar, según apunta el técnico.
Entre las 6.00 y las 18.00 horas, las intervenciones de los servicios de emergencia fueron continuas y, aunque fueron más moderadas durante las primeras horas de la mañana, sufrieron su mayor repunte entre las tres y las seis de la tarde.
En total fueron 17 las intervenciones que llevó a cabo el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, en su mayoría relacionadas con achiques de agua en algunas viviendas, como en la de la calle Blond Mesa en la barriada de San José donde los bomberos tuvieron que intervenir para achicar las aguas fecales que surgieron en el interior del inmueble. Fue una de las primeras llamadas recibidas y que dio paso a una intensa petición de ayuda por parte de ciudadanos de distintas zonas que sufrían filtraciones de agua en sus viviendas. Los más afectados en Echegaray, Martín Cebollino, Patio Castillo, Francisco Ribalta, Machado o Benítez.
Otra de las zonas afectadas, y que se vuelve a consolidar como uno de los puntos negros de la ciudad en época de lluvias, es el puente del Quemadero, donde los bomberos tuvieron que achicar la gran cantidad de agua acumulada, ya que el alcantarillado no realizó su función al cien por cien.
Servicios menores
Otros servicios de menor envergadura se llevaron a cabo en zonas como Reyes Católicos, Enrique el Navegante o las cercanías del colegio público Federico García Lorca, donde el alcantarillado se desplazó de su lugar provocando auténticas salidas de agua que llevaron a fuertes inundaciones.
Sobre las seis y media de la tarde, la remisión del temporal estuvo acompañada por un descenso de las intervenciones de los servicios de emergencia.
Tras las obras, los arroyos no se han desbordado
Una especial atención se prestó al arroyo de Benítez-Guillén que, recientemente, fue recepcionado tras las obras de mejora acometidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Durante toda la jornada los servicios de emergencia ‘chequearon’ dicho caudal a fin de comprobar que sus aguas no se desbordaran. En la zona de Benzú también se llevó a cabo este control, aunque todos han resultado satisfactorio, según apunta Vargas-Machuca.
Dieciséis personas fueron desalojadas
Las precipitaciones de ayer han vuelto a dejar a varias familias ceutíes en la calle, después de que sus viviendas no hayan soportado la acometida de la lluvia y han tenido que ser desalojados después de que sus casas quedaran en unas condiciones deplorables.
Al igual que en años anteriores, la Consejería de Asuntos Sociales tuvo que poner en marcha el dispositivo de emergencia que, finalmente, se llevó a cabo sobre un total de 16 personas que fueron desalojadas de sus viviendas.
En la calle Argentina fueron desalojados un adulto y un menor; en el Garitón del Sarchal, un matrimonio y sus dos hijos, que se encontraban de manera ilegal en la vivienda, sufrieron la misma suerte; otra de las actuaciones se produjo en Pozo Rayo donde se acometió el desalojo sobre un matrimonio y sus dos hijos, mientras que en Castillo Hidalgo los afectados fueron un matrimonio y sus cuatro hijos.
En total fueron siete los adultos y nueve los menores que tras estas fuertes precipitaciones tuvieron que ser desalojados de sus viviendas y, a excepción de dos de ellos que pasaron la noche en casas de familiares, el resto se alojaron en pensiones de la ciudad.
La consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez, ha asegurado que el área que dirige se encontraba perfectamente preparada para hacer frente a este tipo de situaciones de emergencia. Un retén de guardia integrado por seis trabajadores sociales, la directora de Servicios Sociales y la propia consejera estuvo de guardia durante toda la jornada y hasta las once de la noche.
Las precipitaciones de ayer han vuelto a dejar a varias familias ceutíes en la calle, después de que sus viviendas no hayan soportado la acometida de la lluvia y han tenido que ser desalojados después de que sus casas quedaran en unas condiciones deplorables.
Al igual que en años anteriores, la Consejería de Asuntos Sociales tuvo que poner en marcha el dispositivo de emergencia que, finalmente, se llevó a cabo sobre un total de 16 personas que fueron desalojadas de sus viviendas.
En la calle Argentina fueron desalojados un adulto y un menor; en el Garitón del Sarchal, un matrimonio y sus dos hijos, que se encontraban de manera ilegal en la vivienda, sufrieron la misma suerte; otra de las actuaciones se produjo en Pozo Rayo donde se acometió el desalojo sobre un matrimonio y sus dos hijos, mientras que en Castillo Hidalgo los afectados fueron un matrimonio y sus cuatro hijos.
En total fueron siete los adultos y nueve los menores que tras estas fuertes precipitaciones tuvieron que ser desalojados de sus viviendas y, a excepción de dos de ellos que pasaron la noche en casas de familiares, el resto se alojaron en pensiones de la ciudad.
La consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez, ha asegurado que el área que dirige se encontraba perfectamente preparada para hacer frente a este tipo de situaciones de emergencia. Un retén de guardia integrado por seis trabajadores sociales, la directora de Servicios Sociales y la propia consejera estuvo de guardia durante toda la jornada y hasta las once de la noche.
Un alcantarillado que no funcionó en todas las zonas
Una de las causas de las inundaciones que ayer sufrieron distintas zonas de nuestra ciudad fue el mal funcionamiento de parte del alcantarillado. Los operarios tuvieron que trabajar a marchas forzadas para desatascar las vías de salida del agua. En zonas como Reyes Católicos, en las cercanías del colegio Federico García Lorca o Enrique el Navegante se vieron afectados por importantes inundaciones dado que las alcantarillas saltaron por la fuerza del agua.
Cementerio hindú
Las cercanías del cementerio hindú se vieron gravemente afectadas por una gran balsa de agua, lo que derivó en que los accesos quedaran totalmente inutilizados. A la altura de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, el agua también subió por encima del metro, lo que hizo necesaria la intervención de Bomberos.
Santa Catalina no se salva del agua
El cementerio de Santa Catalina y sus alrededores no se salvó tampoco en esta ocasión de sufrir las inundaciones que cada año vive la ciudad, con la consiguiente dificultad para acceder a este recinto. Los accesos de Valdeaguas también se vieron cortados, ya que la zona se vio afectada por una inundación que alcanzaba el metro de altura. En algunas zonas más afectadas la Policía Local cortó los accesos e incluso se barajó la posibilidad de acceder con maquinaria especializada para achicar el agua con mayor agilidad y retornar a la normalidad lo antes posible.
Desprendimientos en Benzú
Las carreteras de Benzú también se vieron afectadas por importantes inundaciones, lo que repercutió en los accesos. Los servicios de emergencia trabjaron también en la recogida de los desprendimientos puntuales que se produjeron en esta zona y en las obras acometidas en el perímetro fronterizo.
Retiran una caseta en San Amaro, posible causa de una balsa de agua
El paso de cebra elevado de acceso a la barriada de San Amaro se cubrió de una gran balsa de agua que dificultó en gran medida la circulación vial. Los operarios trabajaron rápidamente para retirar una caseta de obras que, al parecer, provocaba la inundación.
Sin problemas en Martínez Catena
Aunque desde el área de Protección Civil apuntaban a que los constantes controles efectuados en la carretera de Martínez Catena han dejado constancia de que no se han producido problemas de envergadura, lo cierto es que el fuerte caudal de agua tampoco ha sido ajeno a esta zona. Algunos agujeros en la vía, tal y como muestra las imágenes, servían de desahogo del agua.
La cubierta del Polifuncional de la Policía Local afectada
El Polifuncional de la Policía Local no ha sido ajeno a los 97 litros por metro cuadrado que ayer cayeron en nuestra ciudad y que afectaron a la cubierta recientemente reparada y que ha provocado goteras en el edificio.
En estos días técnicos de Fomento realizarán una visita al edificio para comprobar in situ el estado de la cubierta y estudiar su posible solución.