Si hay un ser en el mundo muy especial es la mujer. Especial por muchas razones pero fundamentalmente por ser madres y poder traer al mundo lo más importante, los hijos.
Por eso el día ocho de marzo se estableció como día internacional de la mujer. No por ser más débil físicamente lo es intelectualmente. Se hizo necesario reconocer los derechos humanos de las mujeres que constituyen la mitad de la humanidad y sus derechos a no sufrir discriminaciones, a una igualdad de salarios, a ocupar puestos de responsabilidad en empresas y administraciones y sobretodo a no ser agredidas, ya sean altas, bajas, católicas, musulmanas, ateas, ricas, pobres, negras, blancas, trabajadoras del hogar o cirujanas. Se debe imponer la igualdad entre hombres y mujeres.
La mujer es sufrida como nadie, siempre se adelanta a las necesidades de la familia y siempre es la primera en darlo todo, sacrificio, entrega, sufrir en silencio, es un ser especial y carente de egoísmo con los seres queridos.
Pero la meta que debe presidir nuestras reivindicaciones y dedicar nuestros esfuerzos es erradicar esa lacra que a diario vemos y sufrimos, la violencia de género. No más mujeres asesinadas o maltratadas. Sus derechos han de ser los de todos los integrantes de la sociedad. FELIZ DÍA DE LA MUJER.