En Ceuta, el accidente cerebrovascular o ictus es la primera causa de muerte en hombres y mujeres, junto a otras enfermedades cardiovasculares. Por encima del resto de España donde los tumores son la primera causa en hombres. Y es la primera causa de discapacidad para ambos sexos.
Según las últimas estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud, el accidente cerebrovascular se convertirá en la principal causa de mortalidad para el año 2030.
En España afecta cada año a unas 110.000-120.000 personas y supone la segunda causa de muerte (la primera en mujeres y la segunda en hombres), así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia después del Alzheimer. Cada 15 minutos hay una muerte por ictus en España.
Esto significa que 1 de cada 6 personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, y la mitad quedarán con secuelas permanentes el resto de su vida.
El accidente cerebrovascular es un trastorno neurológico agudo causado, bien por la privación del flujo sanguíneo a un área del cerebro o bien por una hemorragia cerebral.
De este modo, se han definido dos tipos de accidentes cerebrovasculares: 1-Isquémico: cuando se obstruye un vaso sanguíneo (arteria) que irriga el cerebro, debido a un trombo o a un coágulo. Cortando el suministro de oxígeno a las neuronas en el área cerebral afectada, lo que provoca su muerte (infarto cerebral). 2-Hemorrágico: cuando se rompe un vaso sanguíneo, causando una hemorragia cerebral (derrame cerebral).
El impacto que tiene un accidente cerebrovascular depende de los factores que han provocado su aparición, así como de la condición general de salud del paciente. Si la circulación cerebral se corta por más de unos pocos segundos, las células nerviosas o neuronas morirán, causando lesiones graves en las áreas afectadas. Dependiendo de su ubicación, pueden producir la muerte del paciente, la parálisis, el deterioro del habla, o alteraciones en las funciones cognitivas.
Otro tipo de accidente cerebrovascular, dentro de los ictus de tipo isquémico, es el accidente cerebrovascular isquémico transitorio o ataque isquémico transitorio (AIT). Ocurre cuando la irrigación sanguínea se corta temporalmente en un área determinada del cerebro. No se causan lesiones permanentes en este caso. Los síntomas son similares a un accidente cerebrovascular, pero más débiles y de menos de 24h de duración. Pueden desaparecer en unos pocos minutos u horas.
Cualquier accidente vascular es el resultado de desequilibrios importantes en el cuerpo. Sin embargo, ciertos factores aumentan el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular. Éstos son, entre otros, lo siguientes: Hipertensión; Diabetes mellitus; Tabaco; Valores altos de colesterol; Arteriosclerosis (un engrosamiento de las arterias debido a la pérdida de elasticidad, depósitos de grasa, diabetes, hipertensión y tabaco); Obesidad; Arritmia cardíaca (una frecuencia o ritmo cardíaco anormal); Vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos); Hemofilia y otros trastornos de la coagulación de la sangre); Aneurisma (dilatación patológica de la pared de un vaso sanguíneo); Falta de ejercicio físico (sedentarismo); Abuso de alcohol y consumo de drogas; Vejez; Estrés y eventos psíquicos positivos o negativos (estados emocionales extremos y repentinos); Consumo de anticonceptivos orales.
Los síntomas son diferentes de un caso a otro, dependiendo del tipo de ictus y del área afectada. Pueden hacer su presencia repentina o gradualmente. Sin embargo, en general, existen uno síntomas que aparecen después de un ictus: Parálisis de una extremidad o lado del cuerpo (cara, brazo, pierna) y/o sensación de entumecimiento y debilidad; Mala visión: Falta de equilibrio y dificultad para caminar; Alteración del habla; Desorientación e inseguridad; Desmayo.
En el caso de accidente cerebrovascular hemorrágico, también pueden ocurrir dolor de cabeza súbito e intenso, náuseas, vómitos, nerviosismo, mareos y convulsiones.
En el caso de accidente cerebrovascular hemorrágico, también pueden ocurrir náuseas, vómitos, nerviosismo, mareos y convulsiones.
Las estadísticas muestran que un gran número de personas que sufrieron un accidente cerebrovascular isquémico transitorio (AIT) sufrirán un accidente cerebrovascular. Al mismo tiempo, la mayoría de las personas que sufrieron un ictus sufrirán otro accidente cerebrovascular en los años siguientes.
El próximo ictus tendrá lugar en un área cerebral ubicada cerca del anterior y será seguido por otros.
Por estas razones, el tratamiento utilizado en los accidentes cerebrovasculares debe detener su recaída en primer lugar (prevención secundaria), así como prevenir el primer ataque (prevención primaria).
Ambas consistentes en la administración de fármacos y en el control de los factores de riesgo anteriormente citados. Fundamentalmente hipertensión, colesterol y diabetes. El 85-90% de los ictus son prevenibles.
Muy bueno el artículo del Dr. Altable. Conciso y preciso y de fácil entendimiento. Este artículo debería permanecer más tiempo visible y al alcance de los ciudadanos. Es decir, fácil de encontrar.
Muchas gracias André por tus palabras. Lo he colocado también en mi página de Facebook (neuroceuta) para darle más difusión y que pueda verse siempre. Un saludo