El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha remitido una carta a Pedro Sánchez en la que, en siete puntos, recoge los problemas que están afectando seriamente los cimientos de Ceuta. Son 7 puntos claros, que no hacen sino reflejar una situación crítica que nos afecta a todos. Porque esa es precisamente la clave: todos, seamos del sector profesional que seamos, estamos afectados por el bloqueo y la asfixia a la que se está sometiendo, paso a paso, a esta ciudad. Hay quienes se empeñan en seguir visualizando el conflicto fronterizo como algo que únicamente tendrá repercusión en las vidas de un puñado de empresarios. Esa visión reduccionista y errónea no servirá más que para hundirnos gradualmente como ciudad, puesto que lo que se está poniendo en riesgo es precisamente eso: qué Ceuta somos y qué futuro vamos a dejar a nuestros hijos.
Ante esta tesitura no caben conflictos políticos, intereses ni medias tintas. La Ciudad ha hablado claro y ha expuesto, sin tapujos y sin miedos, la situación en la que estamos. Una situación sobre la que muchos nos habíamos pronunciado ya y sobre la que llevan advirtiendo desde hace semanas y meses muchos sectores determinantes de esta ciudad. Negar la evidencia es tirar piedras contra nosotros mismos y no saber mirar a qué nos enfrentamos. Y eso es grave, es torpe, porque en momentos así es cuando hay que tener responsabilidad, hay que ser serios, hay que estar a la altura.
Todo es una cadena y las penurias que tienen un origen terminan repercutiendo en todo.
Ceuta necesita ayuda, necesita apoyo. Pero no nos lo tienen que dar porque lloremos, porque imploremos. No. Ceuta es España y Ceuta merece la atención del Gobierno de España con la misma contundencia que ha atendido a las demás comunidades autónomas. No se está pidiendo un favor, no se está ejerciendo un burdo papel de plañidero. Ceuta está pidiendo al Gobierno de Pedro Sánchez, el presidente de todos los españoles, que mire hacia esta tierra que también es España y se implique en la adopción de medidas urgentes con la misma intensidad con la que lo hace en otros territorios. Es un deber, una obligación. Y nuestro derecho es exigirlo.