Otro coche más. Y van 13. Más quemas de vehículos que días hemos consumido este recién estrenado 2020. La oleada de atentados marcados en Ceuta por la ya bautizada como cultura del fuego no cesa. Esta madrugada los Bomberos han tenido que acudir a la barriada del Príncipe, en concreto a la calle Norte, en donde se ha producido la quema de un vehículo. El SEIS fue alertado a las 5:00 horas y acudió para evitar males mayores. Porque las quemas de vehículos pueden tener como peores consecuencias la extensión de las llamas a otros coches o, más grave aún, que afecten a vecinos de viviendas próximas a sus estacionamientos.
Las autoridades están preocupadas porque los atentados que se producen no paran. Y es que desde que ha empezado el año no hay día en el que, al menos, se produzca la quema intencionado de un vehículo. Las causas son múltiples, no hay una única razón detrás de estos episodios ni tampoco están relacionados entre sí. Hay causas variadas: desde quemas de coches abandonados hasta venganzas o intentos de fraude.
A las calcinaciones de coches se suman las de contenedores, lo que supone un daño económico para todos porque ese coste de cada bien se carga a todos. El propio presidente de la Ciudad, Juan Vivas, indicaba esta semana que se barajaba un mayor endurecimiento de las penas en aplicación de las ordenanzas y reglamentos. Pero esta salida carece de sentido porque detrás de estos episodios lo que hay son delitos de daños que se manejan en el ámbito delincuencial en donde se aplica el Código Penal no las ordenanzas de un ayuntamiento.
Los ciudadanos están preocupados por lo que sucede, sobre todo porque no se sabe en qué barriada se va a producir una acción de este tipo ni qué coches van a ser los afectados. Se está introduciendo una inseguridad subjetiva en el ánimo colectivo que requiere de una pronta acción policial para que no vaya a más.
Si sigue esto, cuando llegue el verano, los bomberos estarán estresados, por nada.