Agentes de la Guardia Civil han recuperado el cadáver de una persona en la costa de Calamocarro. Siguiéndose el protocolo habitual ante la aparición de un cuerpo sin vida, los componentes del Instituto Armado comunicaron esta situación al equipo forense, al objeto de reconocer el cuerpo para después proceder al levantamiento del cadáver en un punto en donde ya se han producido varias muertes.
El cuerpo se localizó entre las rocas, portaba un par de garrafas de agua vacías y un táper con frutos secos que fue recogido por la Policía Judicial de la Benemérita. Este cadáver es el segundo encontrado en las costas de nuestra ciudad en menos de una semana ya que el pasado 24 de diciembre fue localizado el cuerpo sin vida de un varón en la playa del Sarchal que tuvo que ser enterrado sin poder identificarse.
La labor ahora de los agentes de la Judicial pasa por intentar conocer la identidad del fallecido. No se puede confirmar que se trate de un inmigrante al 100%, aunque por las botellas posicionadas a modo de flotadores todo apunta a que pudiera ser un magrebí de los que intentan cruzar a nado el espigón de Benzú y cuyo cuerpo sin vida fue arrastrado hasta el punto en el que lo encontró la Benemérita, poco antes de las ocho de la mañana.
La autopsia determinará las causas de la muerte, aunque todo apunta a que fue por ahogamiento al no encontrarse lesiones en el cuerpo salvo los propios golpes producto del impacto contras las rocas. La víctima llevaba poco tiempo sin vida en el mar cuando fue localizado.
No consta la existencia de denuncias por desapariciones ocurridas en los últimos días, lo que hace confirmar aún más la teoría de que se trata de un argelino o un marroquí.
Operarios de la funeraria se personaron en el lugar para retirar el cuerpo que fue trasladado hasta la sala de autopsias ubicada en el cementerio de Santa Catalina para, una vez se realice el examen pertinente, conocer el origen de la muerte.
Balance trágico
Precisamente, el balance realizado por la organización no gubernamental Ca-minando Fronteras cifra en 655 las personas desaparecidas o muertas en el Mediterráneo Occidental en este año que cerramos mañana. La cifra será algo mayor, según estima la ong, porque no ha contabilizado todavía las últimas tragedias en el mar. “Las políticas migratorias han reducido la salidas a la mitad pero han provocado un aumento de la mortalidad con respecto a 2018”, expone la asociación.