Los datos acumulados en torno a la entrada de inmigrantes en Ceuta y Melilla, recogidos por el Ministerio de Interior en un informe con datos de 1 de enero a 15 de diciembre, muestran dos conclusiones claras. La primera, que ha aumentado la entrada por vía marítima y la segunda, el notable descenso por la terrestre.
De acuerdo, en al comparativa con los datos de 2018, se ha producido un aumento en las entradas de personas de un 25,4%. Así, del 1 de enero al 15 de diciembre, se ha producido la entrada por vía marítima de 573 inmigrantes, mientras que en el mismo periodo de 2018 fue de 457. Es decir, 116 personas más y un 25,4%.
En cuanto a las embarcaciones que han sido protagonistas de esas entradas, en ese periodo de 2019 las fuerzas de seguridad han interceptado 85 embarcaciones mientras que en el mismo periodo de 2018 ese número fue de 45, con lo cual el aumento ha sido del 88,9%.
La impermeabilización de la valla y las políticas de control ejercidas por Marruecos han incidido notablemente en las entradas de inmigrantes por vía terrestre. Así, según los datos de Interior, en este 2019 han entrado en Ceuta y Melilla 5.985 personas por perímetro o frontera –aquí se incluyen no solo subsaharianos sino también argelinos y marroquíes- mientras que en el mismo periodo de 2018 la cifra fue de 6.505. Es decir ha habido un descenso de 520 personas que, en tanto por ciento, es del 8%.
En el caso solo de Ceuta, en ese periodo de 2019 entraron 1.322 mientras que en 2018 fueron 1.923, es decir, ha habido un descenso del 31,3 por ciento que, en datos, se traduce en 601 personas. Las conclusiones de los datos de Interior no hacen sino refrendar una situación que se ve a diario en los partes de novedades de las fuerzas de seguridad, en donde se refleja el cada vez mayor número de intentos de pase de personas por mar y menos por vía terrestre debido a las políticas de blindaje de la UE.